Como si el caso de Débora Pérez Volpi no fuese suficiente escarmiento para corregir las notorias deficiencias y negligencias; otra vez el Sanatorio Trinidad vuelve a mostrar que –salvo su buena hotelería- funciona peor que la “Clínica del Doctor Cureta”.
Esta vez la víctima fue una mujer que concurrió a los consultorios de kinesiología a realizar un tratamiento para los dolores de espalda, según las órdenes médicas de su traumatólogo.
La situación se produjo cerca de las 19 horas del 2 de marzo pasado. En el lugar la kinesióloga Alejandra Coria; le colocó los llamados “magnetos” unos aparatos que disminuyen el tono muscular y alivian el dolor.
Coria le indicó que la sesión duraría unos 30 minutos y en la mitad de ese tiempo regresó para preguntarle a la paciente como se sentía. Fue la última vez que la pobre mujer le vio a cara.
Más de una hora después la paciente notó que habían apagado las luces de los consultorios y nadie venía. Intentó inútilmente alcanzar su bolso para llamar por teléfono y pedir ayuda pero los cables no se lo permitían.
A esa altura se sentía mal y el dolor la agobiaba; además del susto porque escuchaba como bajaban las persianas y el lugar era dominado por el silencio.
Comenzó a gritar a viva voz. Tuvo la suerte que un empleado de seguridad la escucho. Le preguntó en qué consultorio estaba; pero ella no podía acordarse. A los pocos minutos una trabajadora de limpieza ingresó al lugar y desconecto el aparato de la corriente eléctrica y la ayudo a quitarse los cables y reponerse.
La mujer se retiró de la “renombrada” clínica sin que nadie le ofreciera un vaso de agua, la revisaran para saber como se encontraba o llamaran a un familiar para que la pasara a buscar.
Su esposo –Marcos Miranda– concurrió al día siguiente a pedir explicaciones de lo ocurrido. Poco es lo que consiguió. Ni siquiera pudo agradecerle a la trabajadora de limpieza porque los directivos del sanatorio “la trasladaron” al igual que hicieron con el vigilador.
“La kinesiologa se fue a su casa…eso lo puedo asegurar porque a las 23 horas de ese día llamó llorando para pedir disculpas. Dijo que el hijo había tenido un problema y se tuvo que retirar. Parece que se olvidó que había dejado a mi esposa conectada a un aparato eléctrico” –indicó Miranda a éste medio.
Miranda y su esposa presentaron una nota solicitando explicaciones de lo ocurrido. Nadie de la dirección los quiso atender. Un recepcionista se limitó a decirles que “hay muchos consultorios para pocos profesionales” y que “esas cosas no suelen pasar habitualmente”; como única excusa.
La víctima esta preparando una demanda penal contra el sanatorio y contra la profesional. Los acusa de “abandono de personas” y según indicó Miranda; cuentan con audios y testimonios que corroboran lo ocurrido. (FUENTE: https://quilmesahora.com.ar/2021/03/09/otra-vez-el-sanatorio-trinidad-denunciado-por-negligencias-en-la-atencion-de-pacientes/)
12 de marzo de 2021
El Sanatorio Trinidad de Quilmes, otra vez denunciado: se olvidaron de una paciente en una máquina magnética. Mientras se apagaban las luces y se cerraban las persianas, la mujer comenzó a gritar a viva voz en un ataque de desesperación. Fue rescatada por una empleada de limpieza. La kinesióloga que se la olvidó se había ido a su casa. Pidió disculpas llorando
marzo 12, 2021
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