El caso del jubilado Jorge Ríos tomó estado público a nivel nacional. La semana pasada fue atacado por un grupo de 5 barras bravas del QAC, integrantes de la tristemente célebre “Barra de Villa La Vera”, que se metieron tres veces a su casa para robarle, ocasión en la cual el hombre de 71 años terminó resistiéndose al robo y matando a uno de los criminales llamado Franco Martín Moreyra (26).
Con mucha indignación, el país se enteró no solo de que la “Justicia” de Quilmes detuvo e imputo al jubilado, sino también pudo ser testigo de la impunidad con la que la familia del criminal arribó a la casa de las hijas de Ríos en busca de venganza.
El caso de Ríos puede parecer el único, pero lo cierto es que la “Barra de Villa La Vera” tiene un largo prontuario en Quilmes, una historia que atraviesa aristas deportivas, políticas y criminales:
Simulacro de fusilamiento en un lavadero de Quilmes Oeste:
En agosto de 2011 un grupo comando de barras bravas, con sus rostros enmascarados, intentó asaltar un lavadero de vehículos y se trenzó en un espectacular tiroteo con la policía. El asalto se produjo en el lavadero “El Arabe”, ubicado en Carlos Pellegrini, entre Marconi y Madame Curie, de Quilmes Oeste. Allí llegaron los delincuentes en tres vehículos y rápidamente redujeron a los empleados del lugar, mientras uno de los integrantes de la banda simuló “fusilar” a una de las víctimas con una ametralladora. Los policías lograron interceptar uno de los autos de los delincuentes, un Volkswagen Polo, en inmediaciones de la villa de emergencia La Vera, y allí detuvieron a uno de ellos, un joven de 29 años. Dentro del vehículo se secuestró una pistola Thunder 9 milímetros y una réplica de ametralladora M-16.
El asesinato de Agustín Ramirez:
El 15 de enero de 2013 el panadero Agustín Rodríguez, dueño de la panadería “La Alborada” de Av. Triunvirato (a cuadras de La Vera) fue asesinado por uno de los miembros de esa barra durante un robo. Los criminales “entregaron” a un pibe de 17 años, que por su condición al poco tiempo obtuvo la libertad.
El asesinato de Adrián Novillo:
Al año siguiente, uno de los integrantes de la barra brava llamado Fernando Gabriel “Pichicho” Amaro (22), participó de la brutal paliza en la que le quitaran la vida a Adrian Chubi Novillo, a la salida del boliche Space, en Quilmes Oeste, en junio de 2014. Todos sus asesinos eran (y son) de Villa La Vera, y la mayoría pudo sortear a la Justicia por ser menores de edad, pero en el caso de Amaro se le sumaba el ataque y robo a una joven pareja ocurrido en las inmediaciones del hipermercado Jumbo en octubre de 2013. En ese entonces la madre de Chubi, Karina Baez, hizo notar los beneficios que gozaba Amaro durante su procesamiento por ser un barrabrava de Quilmes: “Él está en su casa esperando -el juicio- porque pertenece a la barra de Quilmes y tiene un abogado reconocido como Omar Luis Daer (defensor del ex presidente de ese club, José Luis Meiszner), que no creo que él pueda pagar”.
El 27 de noviembre de 2019 (tras cinco años de impunidad) la Sala I del Tribunal de Alzada ratificó el fallo de 12 años y 6 meses de prisión contra el barra por el crimen de Adrián Novillo.
Batalla de barras en la tribuna de Quilmes:
El 11 de marzo de 2014 la banda de Los Álamos (históricamente dirigida por Osvaldo "Dedo" Becerra, ex dueño del paraavalanchas de Quilmes, histórico responsable de las pintadas políticas en campaña para Villordo y de vínculos estrechos con Aníbal Fernández, por ese entonces senador nacional y presidente del club) pretendía retomar la tribuna, en manos de la facción de El Monte. La Barra de Villa La Vera tomó partido por Becerra. En ese enfrentamiento, con facas y chuchillos, resultó apuñalado Marito Becerra (hijo de dedo) y hubo entre 10 y 15 heridos de entre 18 y 42 años. Un par de ellos requirió una cirugía menor por heridas punzantes y traumatismos cerrados.
Saqueo a garita policial:
El 2 de mayo de 2018, el barrabrava de la Banda de Villa La Vera, Alejandro Amaro (primo de pichicho), ingresó fuertemente armado a una garita policial ubicada en las calles Smith y Martín Rodríguez, en Quilmes Oeste. Redujo a los policías (a uno le disparó en el abdomen pero se salvó gracias al chaleco) con la intención de llevarse sus armas y chalecos. Logró escapar, refugiándose en el partido vecino de Almirante Brown, pero días después fue capturado; se le incautó una pistola marca Bersa Pro Cal. 9mm con numeración suprimida, con inscripciones de Policía de la Provincia de Buenos Aires y chaleco perteneciente a la Policía con las numeraciones suprimidas. Se le secuestraron, además, en su poder llaves de rodado marca Volkswagen, estableciendo que a 20 metros sobre calle Craviotto se encontraba el rodado Volkswagen Fox dominio colocado MXK 809 con el cual habría concurrido el malviviente. Al día de hoy se desconoce su situación procesal.