Barrabravas del Quilmes Atlético Club despidieron con un largo cortejo fúnebre a Franco Martín "Piolo" Moreyra (26), el ladrón asesinado por el jubilado Jorge Ríos (71).
El cortejo pasó por el estadio Centenario, llegó hasta el cementerio de Ezpeleta y allí sólo pudieron entrar tres personas, ante los protocolos por el Covid-19.
En la madrugada del miércoles se entregó Martín Ariel Salto (27) en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, donde quedó a disposición del fiscal de la causa, Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de ese distrito.
Voceros policiales dijeron a la agencia de noticias Télam que aún resta detener a otros dos sospechosos, entre ellos uno identificado como "NN Dibu", ya que el martes ya había sido apresado Christian Chara (23), acusado del mismo hecho.
Jorge Ríos había quedado detenido por homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego. Primero el fiscal Ariel Rivas (UFI N° 1 de Quilmes) lo imputó por legítima defensa privilegiada, que luego cambió a abuso de la legítima defensa y finalmente a una tercera carátula. Este lunes el juez de Garantías N° 2, Martín Nolfi, le otorgó el arresto domiciliario.
Todo ocurrió la madrugada del viernes último en Ayolas al 2700, en Quilmes. Tres veces entraron los ladrones saltando la medianera. Primero robaron unos cables del garaje, a las 2. Una hora y media más tarde volvieron a aparecer para llevarse una bicicleta y una cortadora de pasto del lavadero. La última, a las 5. Ríos había prendido las luces y la tele, para estar alerta, cuando cinco asaltantes se metieron, aunque se había dormido.
La autopsia realizada al cuerpo de Moreyra reveló que recibió dos tiros, uno en el tórax y otro en el abdomen, informaron fuentes judiciales y policiales.
"Me siento mal, no nací para matar a nadie", fueron las primeras declaraciones que dijo Ríos en los medios.