El maltrato de IOMA en Quilmes se cobró una vida de 17 años
Rocío Belén tenía hasta ayer jóvenes 17 años, estaba por terminar la secundaria en el José Manuel Estrada, era la mayor de sus hermanos, la alegría de sus abuelos, padres y amigos; su Mamá es docente de la escuela 22 de Quilmes Oeste, lugar donde viven los que quedaron y que aun con el dolor de esta pérdida irreparable, ilógica, injusta, inocente e irresponsable por causa del protocolo y maltrato que le permitimos al IOMA la obra social docente, sus padres por pedido de ella donaron sus órganos; que moraleja extraña, dura y triste, porque a pesar de que IOMA no cumplió con su función de salvar a la niña Rocío Belén, porqué está muerte se podía haber evitado si no fuera por el maltrato administrativo; sus padres aun así y en el medio del dolor apostaron por seguir dando vida los demás con los más amado de su vida, Rocío Belén.
El viernes 21 la niña convulsiona y llaman a la primer ambulancia que encuentran, rápidamente llega del hospital de Quilmes, después de una atención preventiva deciden que debe ser internada con urgencia y que tenía que llamar al IOMA, su obra social; el abuelo exige que sea llevada cargando con sus brazos a su nieta en la ambulancia al hospital de Quilmes, era la madrugada del viernes, era el día de la Sanidad; a las tres de la tarde del sábado en el hospital del Cruce le realizan una tomografía, mientras la familia busca sin solución ni respuesta y con maltrato administrativo, que alguna Clínica de Quilmes los atienda por IOMA; el médico del Cruce dictamina: aneurisma cerebral que es de vida o muerte si no la operan, y allí nuevamente y por encima de toda conciencia humana se pone sobre la mesa el “Ustedes tienen obra social”, mientras todo este trámite administrativo continuaba violentando la salud psíquica de familiares quienes buscaban salvar a Rocío Belén y no encontrando en las Clínicas de Quilmes respuesta alguna terminaron en Avellaneda para al fin realizar la operación, pero el castigo violento siguió porque IOMA no autorizaba ni la internación ni la operación por lo que hubo que conseguir $30.000 y así se pudo realizar el martes 25, pero ya era tarde, los tiempos administrativos y el maltrato del IOMA, la obra social de los docentes se llevo una vida inocente de una joven de 17 años, la niña Rocío Belén muere en la madrugada del miércoles, por una enfermedad de la que casi nadie muere si es atendida en tiempo y forma; no se imaginan que difícil es tratar de ser objetivo y también poder seguir escribiendo esta carta, fuimos vecinos en los 80, son nuestros amigos sus abuelos y padres, vimos crecer a la madre y a ella nacer y crecer en familia, sonreír y festejar como cualquier niña de su edad, quizás sería bueno poder encontrar una respuesta que apacigüe un poco este dolor de toda una familia que pierde una hija, nieta, amigos, pero no existe consuelo y Dios tristemente lo sabe; la ineficiencia del Estado Provincial volvió a estar presente, porque contra lo anti natural no existe ni debe existir explicación que consuele porque ningún trámite administrativo vale una vida , ni siquiera una sola, aquí no pienso cuestionar el maltrato de los médicos y clínicas que también los hubo y anteponen el dinero por encima de la salud del otro, hay un responsable directo con nombre y apellido, su nombre es IOMA y su apellido pertenece al encargado de dirigir la Pcia. De Bs. As., Sí, el Gobernador cuya función es pagar a los prestadores y como no sucede el IOMA es ya un instituto de obra medico social sin fondos y vacio, aunque a los docentes no se nos pide permiso para hacer el descuento ni la posibilidad de cambiar de obra social. A los docentes que lean esto les pido unidad y resistencia para ir con toda la Ley contra el IOMA y a mis amigos Familia de Rocío Belén la compañía de mi familia desde este dolor que no tiene ni tendrá nunca consuelo y a vos Romina la protección de Dios y La Virgen María para seguir con fortaleza adelante con tu marido e hijos, te acompañamos con la oración y con Rocío Belén que hoy te mira y cuida como un nuevo angelito desde el cielo.
Juan Carlos Gallardo