26 de septiembre de 2012

DUELO POR LA PARTIDA DE ROCÍO BELEN GISOLFI

Duelo por la partida de Rocío Belén Gisolfi

Por el día de hoy no hay más que decir. Con 17 años Rocío Belén partió a la otra vida en medio de oraciones y mensajes de apoyo que hoy se convierten en mensajes de dolor y pésames. En estas circunstancias, cuando la muerte se lleva a una persona tan joven, con toda una vida por delante, renegamos de la injusticia, la desgracia, la mala suerte o como quiéramos llamarle. En el destino, la medicina, Dios, nosotros mismos, en un tercero o en su conjunto atribuimos el peso o la culpa de esa desgracia incontenible y de ese vacío inllenable. Hoy Rocío nos deja físicamente, pero también nos deja su huella en cada uno de nuestros corazones a todos los que la conocimos -sea poco o mucho- y que compartimos algún momento con ella. Las pruebas están a la vista: a pocas horas de haber cerrado sus ojos, su cuenta de facebook colapsa con mensajes de cariño y dolor que sus amigos le dedican a este “angelito de Dios”, (como algunos ya le llaman) y hasta varios reemplazaron su foto de perfil por una fotografía de Rocío con frases de afecto (la foto etiquetada aquí es una de ellas).
   Yo no sé qué planes tendrá Dios para cada uno de nosotros, no sé si tendremos un propósito y si pasaremos por esta vida habiéndolo logrado. Pero leyendo todos los mensajes de afecto que siguen colmando la cuenta de facebook de Rocío me quedo con una frase que ‘se dice y se repite’ en casi todos los comentarios: “TE FUISTE LLENA DE LUZ PARA SER EL ANGEL QUE AHORA NOS CUIDARÁ DESDE ARRIBA”.
   Adiós Rocío, ahora sos un Ángel más. Te fuiste muy joven, porque aunque nos llevamos tan solo 10 años, aun te recuerdo cuando eras un bebé y que con tu mamá te hacía upa; cuando con mis primos viajamos a Pereyra y vos tenías un año y jugabas en el corralito; cuando bailabas folklore en las peñas; cuando jugábamos a la fiesta de la Espuma en el Elizondo.. te vamos a extrañar negra, porque para mí, para mis primos y para mis tías, vos fuiste, sos y serás una más de la familia.. Hasta siempre,
Nazareno G.