“¿Cuántas veces uno se encuentra, al visitar a un familiar en nuestro cementerio municipal, con faltantes en la sepultura?”
Cuántas veces uno se encuentra, al visitar a un familiar en nuestro cementerio municipal, con faltantes en la sepultura: que se llevaron el florero nuevo, algún adorno, o aun más atrevido, llevarse un recuerdo o santo guardado dentro de la casita de cemento de la cabecera luego de forzar el candado. Muchas veces y todo el tiempo.

Es cierto que quizás esto es muy difícil de controlar; pero qué pasa cuando van más allá y lo que desaparece son las placas de bronce. Es obvio que este trabajito lleva más tiempo, y herramientas que hacen ruido. También pueden decir desde la dirección del cementerio que esto es muy difícil de controlar ¡Pero es su responsabilidad!; Asimismo ocurre que, a veces, la realidad supera los limites de la imaginación: Un vecino de Quilmes Oeste denunció que a su Bisabuela le robaron la tapa de mármol de 1,50 metros por 80 cm que cubría el monumento de la sepultura de mármol, sin dejar de subrayar que sobre esa tapa había tres placas de bronce grandes.

Como puede apreciarse en la fotografía, la tapa faltante dejó un gran hueco. Allí se ve una pared de soporte intermedio que confirma el gran peso del mármol que sostenía. Por el material de mármol que la compone y las placas de aproximadamente 100 kilos, se necesitan mínimamente dos personas para moverlo, levantarlo y trasladarlo hasta algún vehiculo tipo camioneta. La indagación también nos llevó a otra vecina que nos comentó que, del monumento de su hijo, desapareció completa la cabecera de cemento con cerámicos con todos los recuerdos que tenia en su interior, con un peso aproximado de 80 kilos, donde contingentemente se necesita de varias personas para trasladarlo y, puede ser casualidad, pero esta se encuentra a escasos 10 metros de la otra sepultura profanada. Esto evidencia las falencias en el control y el funcionamiento de nuestro Cementerio Municipal, porque las únicas personas que pueden moverse con libertad en el predio a cargo del Municipio sin provocar sospechas de ilícitos, trasladando semejantes elementos, son los constructores de las sepulturas, que según denuncian los damnificados, son muy pocos los elegidos y en última y muy remota posibilidad los empleados municipales del predio”. Es necesario que alguien desde el Municipio dé una respuesta a los vecinos, encuentre a los responsables y dé una solución, porque es incomprensible que ni a los muertos respeten en su eterno descanso, en el único sitio perteneciente al pueblo Quilmeño.