La serie de misterio, cuya primera temporada se estrena mañana, contará con 8 episodios de media hora y, además de ser latinoamericana, tendrá una proyección internacional. Los protagonistas serán los hermanos Dalaras, Di, quienes serán interpretados por Pedro Maurizi y Mora Fisz, y la dirección está a cargo de Sebastián Pivotto.
Quilmes:
Uno de los escenarios elegidos se encuentra en el Sur del Conurbano bonaerense y su encanto sobrepasa los límites de la pantalla. Se trata de la antigua casa de Otto Bemberg, el fundador de la Cervecería Quilmes, un lugar icónico de Quilmes que cuenta con su propia historia y se transformó en un escenario ideal para producciones audiovisuales.
La casa se encuentra en Villa Argentina, barrio fundado en 1890 sobre tierras adquiridas por la Cervecería y Maltería Quilmes, para alojar empleados de otras localidades que debían asistir a la planta. Actualmente es considerado patrimonio histórico y, por sus características arquitectónicas, algunos espacios fueron elegidos por Disney para sus filmaciones.
Los primeros lugares que utilizaron, además de la casa de Bemberg, fueron la casa N°8 del barrio, la plazoleta frente a la iglesia San José Obrero y las calles Sáenz Peña y Otto Bemberg. "También se incluyeron la segunda plazoleta de la Villa Argentina y en la escuela. En la casa histórica N°188, donde vivió Otto Bemberg -el fundador de la compañía- se hizo una escena en planta baja, donde está el hogar", aclaran desde la empresa cervecera.
La elección de este barrio para llevar adelante parte del rodaje no fue al azar. Según aseguran desde Cervecería y Maltería Quilmes, el equipo encargado de seleccionar los espacios ya conocía Villa Argentina gracias a trabajos anteriores y "se enamoraron del lugar".
Antes de su inauguración oficial, el barrio quilmeño llegó a contar con hasta 192 viviendas de estilo clásico que, a pesar de haber sufrido algunas modificaciones, mantienen su esencia con el paso del tiempo. También se destaca la gran cantidad de árboles -principalmente plátanos- presentes en toda la villa.
"Dicen que hay una magia especial en las calles del barrio", cuentan desde la empresa sobre este lugar que nació hace más de cien años, para empleados y sus familias. "El sentimiento de comunidad y la relevancia por su gente tienen un rol fundamental, que se continúa trasladando a todo lo que hacemos hoy", aseveran.
Para la grabación de Tierra Incógnita, una de las habitaciones de la casa de Otto Bemberg fue ambientada como un living junto a un hogar. Como recompensa por todo lo realizado, la compañía cervecera pidió que Disney "deje una huella en el barrio". A modo de compensación, se realizó una restauración y puesta en valor de la Iglesia San José Obrero.
