Una situación similar a lo que sucedió hoy en el Estadio Único de La Plata (donde le negaron el derecho a la vacunación a los abuelos por el partido de River -Atlético Tucumán) ocurrió este domingo en el Estadio Centenario de Quilmes, donde rechazaron a los abuelos que tenían turno ese día porque a la noche jugaba el QAC contra Temperley.
Gracias al blindaje mediático rentado por el Municipio ningún Medio de Comunicación hizo mención sobre el caso y los abuelos se quedaron sin su vacunación (algunos damnificados pudieron expresar su malestar en redes sociales repudiando a la Intendenta que el día anterior había usado a los abuelitos para sacarse selfies) .
Para colmo, el domingo el Estado provincial y municipal a cargo del operativo de vacunación no solo que no avisaron sobre la suspensión (según denunciaron los abuelos) sino que a su vez el Municipio se desligó de la situación, y en su costumbre de echarle la culpa al otro, culpó al QAC que en realidad es quien presta las instalaciones y no tiene la potestad de avisarles a los turnados (tuvieron que ser los policías que cumplían funciones en el partido los que les dieron la mala noticia a los abuelos porque nadie del Municipio ni de la Provincia les había avisado).
Como represalia, esa misma noche la Municipalidad intentó clausurar el Estadio Centenario, en una absurda acta de infracción que no pudo prosperar, pues la AFyC quería infraccionarlos porque había 100 personas (entre prensa, dirigentes y empleados del club) cuando el protocolo oficial de la AFA habilita para 250, por lo que el intento de clausura se cayó, pero esto provocó la ruptura de la armonía entre el Club y la vengativa Jefa Comunal.
