11 de enero de 2021

Arde la inseguridad en el Municipio de Mayra Mendoza, donde los vecinos denuncian que están peor que nunca: en esta oportunidad grupo comando ataca en Bernal y le apuntan a la cabeza con una escopeta Ithaca a un nene de 3 años


Mientras la intendenta se entretenía tomándose selfies con los reyes magos las denuncias por violentos casos de inseguridad en la primera semana del año fueron noticias en los Medios Nacionales, con aberrantes casos como el de la abuelita de 93 años salvajemente golpeada en una entradera, o el robo de un grupo comando en el que delincuentes con chalecos de policía la apuntaban a una criatura de tres años, ambos episodios en Bernal. Este viernes una banda de cinco delincuentes fuertemente armados y con chalecos antibalas, simulando ser efectivos de la Policía Bonaerense, asaltaron a un grupo de personas que se encontraba frente a un kiosco en la localidad de Bernal. Un niño de apenas 3 años, quedó en medio del atraco y terminó con un estado de shock. El hecho de inseguridad ocurrió el sábado alrededor de las 20.30 en el cruce de las calles Victorica y Formosa. Según indicaron testigos, los delincuentes llegaron buscando a dos personas, que serían habitues del lugar, pero no las encontraron y arremetieron contra los clientes del comercio. Los delincuentes aparecieron a bordo de una camioneta de alta gama negra, armados con ithacas y protegidos con chalecos antibalas. Se identificaron como policías de la DDI, pero segundos después desataron una escena de terror con un nene de tres años en el medio: “Estaban buscando a dos personas. No venían a robar”, reveló Lucas, dueño de uno de los negocios asaltados y padre del pequeño. En cuestión de segundos les quitaron los celulares y las billeteras a los clientes que encontraron a su paso. Además les apuntaron con armas largas a Lucas y a su hijo Mateo que, asustado, buscó esconderse entre los brazos de su padre. “Creo que robaron porque ya estaban ahí”, manifestó, antes de aclarar que igualmente “se llevaron algo de bar” antes de darse a la fuga. “Estaban tranquilos, actuaron como profesionales”, remarcó. Nadie resultó herido y todo pasó muy rápido, pero Mateo sigue asustado: “Dice que la policía lo quiso matar”, contó su papá, que colocó la cámara de vigilancia en su negocio tras un robo que sufrió hace un año. “La policía hace lo que puede, pero cada vez estamos peor”, concluyó.