Registraron 7 nuevos contagiados, siendo la cifra de 92 contagiados y 276 sospechosos. En ese asentamiento de Quilmes viven 15 mil personas.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, indicó que los casos confirmados de coronavirus en el barrio bonaerense de Villa Azul ascendieron en las últimas horas a 92, mientras que las autoridades sanitarias aguardan los resultados de otras 100 muestras que se tomaron tras disponer el aislamiento del asentamiento compartido por los partidos de Quilmes y de Avellaneda.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, indicó que los casos confirmados de coronavirus en el barrio bonaerense de Villa Azul ascendieron en las últimas horas a 92, mientras que las autoridades sanitarias aguardan los resultados de otras 100 muestras que se tomaron tras disponer el aislamiento del asentamiento compartido por los partidos de Quilmes y de Avellaneda.
“Esta es una prueba piloto, es el primer caso en Buenos Aires, la idea no es que uno va a ir a acorralar a toda la gente. Se detectaron casos que crecían anormalmente y se tomó esta decisión. En cada barrio que suceda una cosa así se tomará la decisión adecuada”, explicó el titular de la cartera sanitaria.
Villa Azul es un barrio popular habitado por unas 5.000 personas, de las cuales 3.000 están ubicadas en el partido de Quilmes y 2.000 en la vecina Avellaneda. Allí se tomó la decisión de cerrar todos sus límites durante dos semanas para "frenar el foco y no expandirlo", según explicó el lunes el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque (FOTO).
"En Villa Azul encontramos un número alto de positivos, y se tomaron medidas urgentes y formamos un comité de crisis para intervenir con los municipios de Quilmes y Avellaneda", explicó.
El comité, creado el domingo a la noche, está integrado por los ministerios de Salud, Desarrollo de la Comunidad y el de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, junto a los municipios de Quilmes y Avellaneda, legisladores y organizaciones sociales.
Además de aislamiento comunitario, se resolvió Instalar dos centros logísticos de atención sanitaria y de distribución, casa por casa, de alimentos y elementos de higiene, para evitar que sus habitantes se trasladen a los comedores que funcionan dentro del barrio, considerados un "foco de contagio importante".
Para mantener cerrado el barrio y permitir sólo las salidas por criterio sanitario, el gobierno afectó a unos 300 efectivos de las distintas fuerzas de seguridad, que se distribuyen de a cien por turno.