27 de mayo de 2020

Categórica respuesta del letrado de "Caballos Quilmes", Dr. Leonardo Barnabá, a polémicos dichos de dos funcionarios municipales

CARTA ABIERTA (Dr. Leonardo Carlos Barnabá, letrado de la ONG Caballos Quilmes)

En los últimos días, impactante noticia ha sido en nuestro distrito la ratificación de la “Prohibición de la Tracción a Sangre de tiro animal”, que se gestó con mucho trabajo por parte de todo el proteccionismo Quilmeño, impulsada por un Acción de Amparo presentada por este autor, direccionada luego por una reglamentación municipal el pasado año y que observa, en el actual gobierno, una clara acción política en la misma dirección a poco tiempo de iniciar su gestión. Pero lo que merece especial atención son las palabras del dirigente del MTE, Ezequiel Arauz, actual Sub-Secretario de economía popular de la comuna, vertidas hace pocos días en nota al diario “La matriz noticias”.

Me dirigiré con diplomacia hacia esta persona, respecto de cuyas acciones sociales en principio no me permito dudar, y que respeto ya como ser humano. Sin embargo, e impulsado francamente por una profunda indignación, es que me siento obligado a al menos a aclarar algunas cosas. Es que Arauz pretende poner a la Asociación Civil que represento como una ONG que opera con el ideal de “Caballos si, Caballos no”, y que fomenta la exclusión de los trabajadores de la economía informal. Simplemente, citaré una pequeña porción de la Acción de Amparo que esta ONG presentó el pasado año, y la mención de estos trabajadores que pretendemos excluir: “peticionamos la mas alta responsabilidad de V.S., fomentando el rápido intercambio de los animales por vehículos de tiraje diferentes, pregonando así tanto la dignidad humana en su Derecho a trabajar, como la integridad física, psíquica y emocional de los animales.”, y me pregunto entonces: ¿Por qué no fue el propio movimiento que dice defender a los trabajadores quien accionó judicialmente al respecto, reclamando la sustitución de los carros?.. son miles los trabajadores que tiran también con sus propias fuerzas de sus propios carros. Permítaseme al menos dudar de la forma real en que quienes dicen defender a los pobres pregonan por su dignidad, y hacerme otra pregunta: ¿Será que los necesitan con caballos o traccionando sin ayuda, para tener a quien defender? ¿Será que si logran vivir dignamente con vehículos ya no tienen potenciales votantes a su mano?

Caballos de Quilmes, ONG que represento judicialmente con sumo orgullo, realmente no niega la pobreza y pide por todos los excluídos. Clara diferencia con quienes, a través de una (al menos cuestionable) defensa de los pobres, dicen estar contra el maltrato animal. Suena difícil o al menos incompatible manifestarse a favor de la sintiencia de los animales no humanos cuando verificada su desnutrición, vistos golpes, sangre, cascos que no les permiten siquiera pararse, sufrimiento visible y lindante con la muerte, estas personas protestan en las comisarías para exigir la devolución del equino en ese estado, y a las mismas personas que los trataron de esa manera, sin más. De nuevo, parece difícil congeniar esa postura con sus propias acciones.

Por último, y lo que me causa en lo personal la mayor indignación, es la irresponsabilidad de instalar en el sector carrero la idea de que Caballos de Quilmes ganaría dinero con la faena equina (Cito textual las palabras de Arauz: “Hay quienes creen que los caballos son vendidos -se trata de animales costosos- o que su carne es utilizada para la cuenta en el exterior”, añadiendo que entre los carreros suelen cantar “Nos sacan los caballos para hacer paté de foie”). Entiendo por qué el Subsecretario lo dice en potencial en su nota, puesto que reconoce el riesgo judicial de señalar públicamente semejante acusación (El pasado año otra dirigente del M.T.E. tuvo que pedir disculpas delante de una jueza Quilmeña por afirmar tal falacia para poder ser sobreseída en una querella criminal por injurias contra una voluntaria de la ONG).
Duele leer este tipo de cosas, sobre todo por parte de un actual funcionario público cuyo salario abonamos los Quilmeños y las Quilmeñas, quien debiera expresar racionalidad en sus expresiones y tiene mucha mas responsabilidad que quien suscribe por pregonar la paz social en nuestra Ciudad.

Aprovechando la ocasión, tampoco puedo dejar pasar los comentarios vertidos (en nota con el diario “5Dias” el viernes 22 de Mayo), por el Sr. Jonatan Pellegrinelli, actual director de bienestar animal de nuestra Ciudad, respecto de la política en materia animal en Quilmes. Merece esta persona el beneficio de la duda respecto de sus capacidades para ocupar tan importantísimo cargo (Son decenas de miles de animales los que necesitan de su accionar), pero me siento en el derecho de al menos incomodarme al leer que el mismo se refiera públicamente con tanto énfasis a los trabajadores carreros, sin hacer mínima mención al maltrato que diariamente sufren los caballos que habitan nuestro distrito.

Rallano con lo poco serio, como mínimo, es que Pellegrinelli utilice tiempo en tomar partido de esa manera, mientras podría hacerlo haciendo honor al cargo que ocupa.
No existe hoy una sola política pública real en favor de los animales comunitarios del distrito, no se realizan campañas de vacunación en zonas carenciadas, tampoco campañas de esterilización masiva de animales comunitarios -una real campaña de esterilización refiere como mínimo a 50 animales diarios-, no existen políticas que impulsen adopciones y por lo demás, lo que es mas riesgoso de todo, es que se ha dejado de lado toda relación con las ONG´S proteccionistas del distrito, único nexo real entre los animales comunitarios -los mal llamados “callejeros”- y la comuna.

Quizá Pellegrinelli, como dirigente sindical, quien no tiene miedo al expresar que un animal “sirve” de compañía (exponiendo al máximo el ideal especista que gobierna a todo aquel que los considera meros objetos al servicio del ser humano), conozca en profundidad de lo que se habla cuando se habla de bienestar animal, pero me tomo el atrevimiento de recordarle que la Argentina reconoce a todos los animales no humanos el carácter de sujetos del derecho a no ser víctimas de sufrimientos innecesarios, que es deber de todos los funcionarios públicos el de hacerlo valer y que por lo demás la Argentina, como miembro de la O.I.E. (Organización Mundial de Sanidad Animal) está obligada a ejercer acciones reales en pos del bienestar de todos los animales -esencialmente por los comunitarios, los mas necesitados de la cobija del estado y de las asociaciones intermedias-.