El candidato a intendente de Quilmes y diputado provincial, se refirió en las ultimas horas al momento que atraviesa la Nación, indicando: “Una economía sin rumbo, un dólar desencajado y el riesgo país superando los mil puntos, son mucho más que los datos de una pizarra. La consecuencia de esos parámetros, son hambre, desesperación en los hogares medios y vulnerables, y la condena a muerte de la pequeña y mediana empresa.”
“No tenemos que equivocarnos: esto no es el golpe de un mercado, ni un escenario donde afuera están los malos y adentro los indefensos. Afuera están los de siempre y adentro, un círculo de ineficaces encerrados en caprichos que nos convirtieron en una economía inviable”, añadió.
“No es momento de apedrear, sino de sumar. De convocar a los mejores de cada espacio para concertar un esquema nacional en materia económica y social que priorice los objetivos de desarrollo nacional por sobre los objetivos de poder personal.”
“Argentina no es un club, ni una empresa familiar, ni un juguete. Es una nación que desborda recursos y que contiene más de cuarenta millones de personas con derecho a comer, a educarse, y a curarse. No hay paciencia que se le pueda pedir a una estómago. Y no hay derecho a pedirla”.
“Tenemos salida. Y es con todos y con los mejores. Sin salvadores individuales, ni discursos mágicos. Todo se ha vuelto urgente, y la dirigencia debe estar a la altura del momento, las necesidades y sus soluciones. Porque existen”, concluyó.
