Cristian Agustín Flores, un preso que gozaba de salidas transitorias y que quedó detenido cuando regresó a la Unidad 42 de Florencio Varela, fue uno de los que mató a Zurita.
Hace unos seis años, el acusado había sido detenido por dos casos de robo calificado por el uso de armas. El Tribunal Oral N°3 de Quilmes después lo condenó a una pena unificada de 7 años y medio de prisión y lo declaró "reincidente". Esto supone que estaba impedido de obtener la libertad condicional.
Pero en 2016 el juez de Ejecución Penal N° 2 de ese mismo partido, Federico Merlini, le concedió el beneficio de las "salidas transitorias de la cárcel". El domingo pasado, como ocurrió todo el último año, Flores salió a las 14 del penal. Le habían dado el beneficio de vivir en las pequeñas edificaciones que tiene la cárcel de seis camas, cocina y jardín. Era un preso con beneficios.
De acuerdo con el permiso que le otorgaron, tenía 30 horas para volver a presentarse allí. El lunes "Pepo" regresó a las 20 al penal. Pero esta vez, en el medio de su jornada en libertad, mató a un policía.