5 de noviembre de 2015

Inseguridad: Desvalijaron a una familia en Martín Rodríguez y Lamadrid, en el barrio Villa Eucaliptus de Quilmes Oeste

Los ladrones entraron por una obra en construcción lindera. Redujeron al matrimonio, a sus cuatro hijos y a una empleada doméstica. Estuvieron dos horas en la casa y se llevaron cuatro valijas llenas de objetos de valor. Fueron dos horas eternas.


Los cuatro ladrones irrumpieron ayer en una casa de Quilmes y sorprendieron a un matrimonio y sus cuatro hijos. Los delincuentes ataron a los integrantes de la familia y a una empleada doméstica, y desvalijaron la vivienda: se llevaron hasta las rejillas del aire acondicionado.
Ocurrió en una casa de Martín Rodríguez, entre Lamadrid y Jujuy, en Quilmes Oeste. Oscar Godoy estaba junto a su mujer, sus hijos de 14, 16, 20 y 25 años, y una empleada cuando fueron sorprendidos por delincuentes armados. “Entraron por la obra en construcción de al lado”, contó el hombre al diario El Sol (FUENTE). Parte de la banda se quedó en la propiedad lindera, amenazando a los albañiles, y el resto pasó a la casa de la familia Godoy. Una vez adentro, les tomó apenas unos segundos maniatar al dueño de casa y al resto de su familia. Godoy contó que los delincuentes tenían “entre 25 y 35 años” y estaban “fuertemente armados”.
Uno de los ladrones se quedó en la planta baja vigilando a la mujer de Oscar, a sus hijos y a la empleada doméstica. El otro llevó al dueños de casa al primer piso a buscar dinero y objetos de valor. Los delincuentes se quedaron en la vivienda unas dos horas.“Revisaron y rompieron todo. Vieron cada rincón y se llevaron hasta las rendijas del aire acondicionado”, se lamentó el hombre. Luego, cargaron el botín en cuatro valijas con ruedas que tenía la familia, y se fueron.
“Salieron caminando, así de simple. Llevaron las valijas hasta la calle Jujuy, donde al parecer los esperaba estacionada una camioneta Citroën Berlingo gris", y escaparon, sostuvo Oscar. Cuando los asaltantes se fueron, la familia logró desatarse y llamar a la Policía. No es la primera vez que los Godoy sufren un robo en su casa. Ya les había ocurrido en enero, y otras dos veces antes. “Mis hijos están un poco shockeados por lo que pasó, pero gracias a Dios están bien”, intentó consolarse. “Tenemos que acostumbrarnos a los tiempos que corren”, concluyó.