15 de febrero de 2015

Artículo de análisis: ¿hasta cuándo vas a estar así?

Hay duelos que son más “aceptados” socialmente que otros, por ejemplo el de la muerte de un ser querido, por hablar de lo considerado más grave dentro de la escala social. Aun así, a medida que pasa el tiempo más se tiende a presionar a la persona en duelo para que rehaga su vida rápidamente y no dedique “demasiado” al sufrimiento que le supone la pérdida de la pareja o la muerte de una persona querida. Pero, ¿quién tiene la medida justa?… ¿cuándo es demasiado?.
Y además, ¿qué pasa con aquellos duelos “pequeños” y a veces invisibles? Pues que muchas veces pasan de largo, sin elaborarlos, porque no hay cabida para ellos, no hay tiempo que otorgarles porque afuera están esperando las miles de opciones más, que ayudan a anestesiar estos sentimientos tan desagradables de vacío y de tristeza. 
Estos duelos pequeños pasan inadvertidos; sobre todo porque al ritmo de vida que vivimos, no nos damos tiempo para elaborarlos, lo podemos llegar a sospechar cuando vemos alguna persona sufriendo sin saber por qué, cuando vemos un cuerpo que ha perdido su armonía, o llenándose de fármacos para aliviar sus dolencias, cuerpos mortificados por no poder llorar.
No se trata de pasarse la vida amargándose por lo que se ha perdido, porque esto también sería, no solo insoportable, sino también patológico. Pero lo que no es natural es ignorar o ridiculizar a quienes viven estas pérdidas intensamente y no respetar el ritmo, el tiempo y el espacio que necesita cada uno para metabolizar las emociones que conllevan esos cambios.
No es inteligente porque al no elaborar los duelos, el riesgo está en la repetición de las experiencias que se quieren evitar, además de los peligros que supone para la salud física y mental.
De todas formas, sentir tristeza, impotencia, rabia o dolor insoportables por una pérdida que nos afecta directamente no es nada fácil. Y es por esto que buscar ayuda es una opción saludable. La sensación de sentirse acompañado/a en la vivencia del duelo puede ser de gran alivio, e incluso puede ayudar a prevenir complicaciones en el proceso, por ejemplo la cronificación del duelo.
@licmarymaldo