En la mañana de este martes se trató uno de los temas que ocupó la escena central en la agenda pública: el conflicto que atravesó a trabajadores del Patrullaje urbano de Quilmes.
El problema se destapó la semana pasada, cuando un grupo de empleados de la patrulla urbana fue a la Justicia a realizar una delicada denuncia: el presunto acoso sexual y laboral del titular del área, Daniel Guevara. Asimismo, por el ámbito laboral, reclamaron que eran enviados a zonas peligrosas, que estaban solos y que no tenían preparación en seguridad, carecían de armas y sus coches no estaban blindados.
El hombre denunciado fue cesanteado por la Comuna, pero los 12 trabajadores denunciantes también fueron separados de sus cargos, atribuyéndoles haber abandonado sus puestos de trabajo y haber retenido indebidamente los vehículos oficiales durante la protesta a los tribunales penales de Quilmes.
En este marco los 12 empleados se reunieron con ediles de la oposición, quienes realizaron (mediante el edil radical, Christian Álvarez) un pedido en el Concejo Deliberante para solicitar explicaciones al ejecutivo sobre esta problemática y la inmediata reincorporación de los empleados despedidos en alguna área de la Comuna. Según sostuvo el edil propinante del pedido, los ex empleados “estaban desesperados por la pérdida de su fuente de trabajo, por eso recurrieron a nosotros, para que los acompañemos en su pedido de reincorporación”. A continuación uno de los fundamentos realizados por el edil opositor, Darío "Nunzio" Migue, en favor del pedido de reincoporación de los empleados:
La decena de choferes que prestaban funciones en el servicio de Patrulla Urbana del Municipio de Quilmes estaban presentes en los estrados del recinto y celebraron cuando (con el voto de 14 ediles) el cuerpo aprobó la resolución del pedido que, entre otros puntos, pedía principalmente su urgente reincorporación.