23 de abril de 2012

TALA DE ÁRBOLES EN LA PLAZA DE LAS COLECTIVIDADES DE QUILMES OESTE

Tala de Árboles en la Plaza de las colectividades de Quilmes Oeste

Una docena de valiosos árboles fueron talados hasta el pie por la Municipalidad de Quilmes. Sólo uno fue replantado. Se observa en todo el distrito la pérdida irreparable del tesoro arbóreo de nuestra localidad. El mal ejemplo de los que debería dar uno bueno.
 

Una docena de valiosos gingko biloba fueron talados por la Municipalidad de Quilmes en la plaza bordeada por la Avenida Carlos Pellegrini y San Martín, y no se conocen las razones de semejante acción destructiva. De acuerdo a las noticias que llegaron a “Alquimia del Planeta (Voces para el Cambio)”, más de diez árboles fueron talados hasta el pie en la conocida plaza céntrica de nuestra localidad, y apenas uno fue replantado. 

Allí se hizo presente nuestro programa, y las fotos no nos dejan mentir. Una vez más, la Municipalidad, quien debiera dar el ejemplo del respeto que merece nuestro patrimonio arbóreo, incumple sus propias normas y ataca lo que pertenece a toda la ciudadanía. ¿Razones? No puede haberlas, ya que sólo uno de los troncos (o mejor dicho, lo que queda de ellos, porque fueron seccionados casi al ras del suelo) se ve carcomido, mientas que el resto se vé en perfectas condiciones. No fueron removidos por el tornado pasado, porque esta tala imprudente fue realizada mucho antes de este penoso fenómeno meteorológico que tanto daño causó en los espacios verdes de Quilmes y en sus veredas.
Una vez más, mientras en la zona Norte del Conurbano Bonaerense las propiedades se valorizan por sus arboledas, Quilmes va hacia otro lado. O para atrás. Permite que día a día se extraigan árboles en forma ilegal, causando absoluta destrucción de un tesoro que no se recuperará fácilmente. La época de poda se convierte así en época de destrucción total. Los vecinos contratan a aquellos que no están capacitados para realizar esta tarea, ignorando incluso que todo daño físico que estas personas sufran recae sobre el contratante en forma de daño civil, y son pasibles de sufrir un reclamo de tipo judicial.
Pero la ignorancia, como vemos promovida por la misma Municipalidad, que hace oídos sordos al reclamo de los ambientalistas y vistas ciegas a lo que todo el mundo vé, va más allá. Muchos árboles fueron arrancados por el tornado, muchos por los vecinos porque les “molestan” y muchos otros, porque sí. Ninguno es reemplazado como marca la ley. Pero el asunto es grave: resulta que la ciudad es, en sí misma, potencialmente atractiva para los rayos y los tornados. Los bloques de cemento, asfalto, redes eléctricas y todo tipo de metales provocan una verdadera “caldera” que atraerá más rayos y más tornados. Y esto no lo dice “Alquimia del Planeta”, hay estudios demostrados en donde la necesidad de contar con árboles y espacios verdes para las ciudades es un imperativo impostergable. Sin espacios verdes, la ciudad se convertirá en un “desierto de cemento”, y esto provocará mayor aumento de temperatura y desniveles de calor/frío que atraerán nuevos tornados.
Por lo tanto, es imperioso revisar la política que se lleva adelante en esta materia, respetar y concientizar sobre la pérdida de valor de la zona y de las propiedades, y del riesgo subyacente en materia de calidad medioambiental.
La ciudad necesita un planeamiento urbano urgente, señalización en todas las calles y fundamentalmente, como sostenemos desde nuestro programa, un urgente plan de veredas con arbolado pequeño y mediano, y por supuesto, autóctono. Alegrarse por la falta de árboles nos conducirá a vivir en una verdadera caldera del desierto.
Y se producirá lo que el título de la obra de Eduardo Mallea sostenía. “Todo verdor perecerá”. Por nuestra propia decisión.
Por Adriana Sylvia Narvaja
Para “Alquimia del Planeta (Voces para el Cambio)”
www.alquimiadelplaneta.com.ar