Reflexión del referente de Proyecto sur Quilmes, Juan Albaytero, sobre la minería a cielo abierto
"El juego de las diferencias: Cuando éramos más chicos, jugábamos a comparar dos dibujos para encontrar las diferencias. A la inversa voy a plantear cómo lo que parece distinto, propio, particular de nosotros, en realidad es una muestra vernácula de lo que un poder mundial, que no es abstracto, impone de forma uniforme a todos nuestros países de América Latina.
La realidad no es como hace pocos días la gobernadora de Catamarca, afirmó que la cuestión de la minería es un problema propio de los catamarqueños y que se debía solucionar entre los catamarqueños.
La única verdad, es esta cuestión, es que la minería a cielo abierto no es una cuestión local, como tampoco lo es la tierra, el aire, el agua. Y no es solo nacional, sino que es continental. En esta cuestión se debe hablar de un sistema mundial, en donde los intereses de nuestros países no cuentan.
Reitero lo que se cree propio, solo lo es por la cercanía de lugar. Cuando ampliamos la mirada se descubre el velo con que se deforma la realidad.
Si hacemos un análisis histórico del proceso en que aparece la minería a cielo abierto en Argentina, veremos que esta comienza en los fines de los años 80, cuando el Banco Mundial impulsa un modelo minero desarrollado desde las metrópolis, ajeno a nuestros intereses, a favor de los que acumulan.
En continuidad, en los primeros cinco años de la década del 90, se dieron los instrumentos jurídicos necesarios para el desarrollo de este nefasto negocio. Tratados bilaterales de inversión, para defender los intereses de la inversión extranjera; modificación de la Constitución, a fin de sacar del dominio nacional la riqueza del subsuelo y dar a los gobernadores de turno el filón de ser socios minoritarios de grandes transnacionales, pagando el precio que fuere.
Fruto de esta secuencia, en 1997 comienza el primer emprendimiento concreto en Argentina, de este proyecto nefasto del Banco Mundial, Bajo La Alumbrera. Quince años de explotación, pese a los esfuerzos inútiles por desfigurar la realidad, nos muestran las consecuencias terribles para la vida toda que significa la minería a cielo abierto.
A la traición de la dirigencia irresponsable, se le opuso la conciencia histórica de los Pueblos afectados, manifestada en la resistencia concreta y consecuente con la vida. El ¡No a la Mina! no es una manifestación negativa, todo lo contrario, es un grito de defensa de la vida toda, grito que le saca la careta a la maraña de falacias con que se decora la traición. Todo lo que se invoca en nombre del progreso, la realidad histórica lo desmiente y desnuda. Asecho a la ilusión es el título del primer documental sobre esta minería. Asecho significa engaño para causar daño. Esta es la única verdad.
Esto que he planteado no es novedad. Gracias a la resistencia de los Pueblos, se está tomando conciencia histórica general. En esta conciencia histórica, no debe limitarse a nuestro país, ni aún a los países limítrofes. Esta es una tragedia histórica que afecta a toda Latinoamérica.
Para demostrarlo, citaré solo algunos párrafos de un escrito de México, que lleva el título Dominio del terreno campesino por mineras canadienses para quien quiera leerlo todo, el blogspot es el siguiente: caminatuspensamientos.blogspot.com/2011/01/dominio-del-terreno-campesino-por.html.
Los cambios en materia agraria formaban parte de un amplio programa de privatización de bienes públicos y colectivos: una ofensiva que buscaba despojar de terrenos y recursos a los indígenas y campesinos. Eso se puede observar con los cambios a la Ley Minera en 1993, que abrió este sector a las empresas extranjeras en áreas antes reservadas al capital nacional, además de que dio preferencia a la explotación y el beneficio de los minerales sobre cualquier otro tipo de usos del suelo, y aumentó la duración de las concesiones por explotación a 50 años con posibilidad de prórroga.
La técnica de tajo a cielo abierto, que se caracteriza por excavar y mover grandes cantidades de material térreo para trasladarlos a patios en los que se extrae el mineral. Esta técnica es barata y reduce los tiempos para obtener el metal, pero es altamente destructiva del medio y requiere del uso intensivo de recursos como el agua, para acelerar los procesos de extracción del mineral, usando patios de lixiviación, en los que se aplican químicos como el cianuro para extraerles el mineral de oro.
Carlos Montemayor caracterizó la forma en que las empresas empezaban a controlar el territorio nacional: las compañías mineras canadienses son la avanzada de la barbarie actual contra los pueblos inermes y ecosistemas de países con gobiernos corruptos o vulnerables como el de México. No andaba errado ya que estamos hablando de que los recursos minerales de México están siendo despojados por las corporaciones globales más importantes del mundo. Entre ellas están Goldcorp, Kinross, Yamana Gold, Agnico Eagle Mine
Las empresas canadienses que operan en México son más amplias y representan el 77 por ciento de las corporaciones extranjeras registradas en el sector minero..
En un documento reciente, la Cámara Minera de México reivindica la prioridad que le otorgan las leyes a la actividad minera en un tema central para el desarrollo de sus empresas: el de la tenencia de la tierra
Por su parte, Kevan Cowan, directivo del Toronto Stock Exchange, comenta que las dificultades por la tenencia de la tierra y los derechos de propiedad, son uno de los problemas más importantes que se enfrenta en México para la colocación de empresas y proyectos mineros, y es que los requerimientos de minerales de las empresas canadienses está enfrentando cada vez más la resistencia de las comunidades y los pueblos campesinos, que protestan e impiden que las minas se establezcan en sus tierras
México está lejano. Famatina y Andalgalá, un poco más cerca. Esto desde lo físico. La realidad de los Pueblos nos indica que todo es mucho más cercano de lo que suponemos. La historia nos une, y la historia reciente, actual, está inscripta en el marco de una dualidad, la dialéctica entre dominadores y dominados.
En esta dialéctica, se nos plantea que somos pueblos libre, sujetos de autodeterminación. Cuando escarbamos en la realidad, veremos que, quienes son los grandes ganadores de la globalización financiera, los que se apropiaron del capital acumulado en nuestros países, hoy, gracias a uno de sus instrumentos de dominación, el Banco Mundial, hoy vienen por el oro, que significa venir por la tierra, el aire, el agua y vienen por el oro, para que el fruto de la codicia criminal duerma en la oscuridad de las bóvedas de los grandes bancos.
No hay diferencias, todo lo contrario. La imposición es la misma para todos nuestros países. Las complicidades pagas vernáculas, necesarias para que la dominación sea efectiva, existe en Argentina, en México, en cualquiera de nuestros países. El sistema está vigente y no es posible imaginar la coexistencia de la minería con las comunidades y su agricultura.
La minería a cielo abierto es una economía de enclave. Se compite por la tierra y el agua y en esa competencia parece que el triunfo está asegurado para el más grande, para el poderoso. Solo la lucha de los convencidos abre la grieta, que permitirá que el agua de la resistencia penetre y haga estallar al gigante.
La realidad no es como hace pocos días la gobernadora de Catamarca, afirmó que la cuestión de la minería es un problema propio de los catamarqueños y que se debía solucionar entre los catamarqueños.
La única verdad, es esta cuestión, es que la minería a cielo abierto no es una cuestión local, como tampoco lo es la tierra, el aire, el agua. Y no es solo nacional, sino que es continental. En esta cuestión se debe hablar de un sistema mundial, en donde los intereses de nuestros países no cuentan.
Reitero lo que se cree propio, solo lo es por la cercanía de lugar. Cuando ampliamos la mirada se descubre el velo con que se deforma la realidad.
Si hacemos un análisis histórico del proceso en que aparece la minería a cielo abierto en Argentina, veremos que esta comienza en los fines de los años 80, cuando el Banco Mundial impulsa un modelo minero desarrollado desde las metrópolis, ajeno a nuestros intereses, a favor de los que acumulan.
En continuidad, en los primeros cinco años de la década del 90, se dieron los instrumentos jurídicos necesarios para el desarrollo de este nefasto negocio. Tratados bilaterales de inversión, para defender los intereses de la inversión extranjera; modificación de la Constitución, a fin de sacar del dominio nacional la riqueza del subsuelo y dar a los gobernadores de turno el filón de ser socios minoritarios de grandes transnacionales, pagando el precio que fuere.
Fruto de esta secuencia, en 1997 comienza el primer emprendimiento concreto en Argentina, de este proyecto nefasto del Banco Mundial, Bajo La Alumbrera. Quince años de explotación, pese a los esfuerzos inútiles por desfigurar la realidad, nos muestran las consecuencias terribles para la vida toda que significa la minería a cielo abierto.
A la traición de la dirigencia irresponsable, se le opuso la conciencia histórica de los Pueblos afectados, manifestada en la resistencia concreta y consecuente con la vida. El ¡No a la Mina! no es una manifestación negativa, todo lo contrario, es un grito de defensa de la vida toda, grito que le saca la careta a la maraña de falacias con que se decora la traición. Todo lo que se invoca en nombre del progreso, la realidad histórica lo desmiente y desnuda. Asecho a la ilusión es el título del primer documental sobre esta minería. Asecho significa engaño para causar daño. Esta es la única verdad.
Esto que he planteado no es novedad. Gracias a la resistencia de los Pueblos, se está tomando conciencia histórica general. En esta conciencia histórica, no debe limitarse a nuestro país, ni aún a los países limítrofes. Esta es una tragedia histórica que afecta a toda Latinoamérica.
Para demostrarlo, citaré solo algunos párrafos de un escrito de México, que lleva el título Dominio del terreno campesino por mineras canadienses para quien quiera leerlo todo, el blogspot es el siguiente: caminatuspensamientos.blogspot.com/2011/01/dominio-del-terreno-campesino-por.html.
Los cambios en materia agraria formaban parte de un amplio programa de privatización de bienes públicos y colectivos: una ofensiva que buscaba despojar de terrenos y recursos a los indígenas y campesinos. Eso se puede observar con los cambios a la Ley Minera en 1993, que abrió este sector a las empresas extranjeras en áreas antes reservadas al capital nacional, además de que dio preferencia a la explotación y el beneficio de los minerales sobre cualquier otro tipo de usos del suelo, y aumentó la duración de las concesiones por explotación a 50 años con posibilidad de prórroga.
La técnica de tajo a cielo abierto, que se caracteriza por excavar y mover grandes cantidades de material térreo para trasladarlos a patios en los que se extrae el mineral. Esta técnica es barata y reduce los tiempos para obtener el metal, pero es altamente destructiva del medio y requiere del uso intensivo de recursos como el agua, para acelerar los procesos de extracción del mineral, usando patios de lixiviación, en los que se aplican químicos como el cianuro para extraerles el mineral de oro.
Carlos Montemayor caracterizó la forma en que las empresas empezaban a controlar el territorio nacional: las compañías mineras canadienses son la avanzada de la barbarie actual contra los pueblos inermes y ecosistemas de países con gobiernos corruptos o vulnerables como el de México. No andaba errado ya que estamos hablando de que los recursos minerales de México están siendo despojados por las corporaciones globales más importantes del mundo. Entre ellas están Goldcorp, Kinross, Yamana Gold, Agnico Eagle Mine
Las empresas canadienses que operan en México son más amplias y representan el 77 por ciento de las corporaciones extranjeras registradas en el sector minero..
En un documento reciente, la Cámara Minera de México reivindica la prioridad que le otorgan las leyes a la actividad minera en un tema central para el desarrollo de sus empresas: el de la tenencia de la tierra
Por su parte, Kevan Cowan, directivo del Toronto Stock Exchange, comenta que las dificultades por la tenencia de la tierra y los derechos de propiedad, son uno de los problemas más importantes que se enfrenta en México para la colocación de empresas y proyectos mineros, y es que los requerimientos de minerales de las empresas canadienses está enfrentando cada vez más la resistencia de las comunidades y los pueblos campesinos, que protestan e impiden que las minas se establezcan en sus tierras
México está lejano. Famatina y Andalgalá, un poco más cerca. Esto desde lo físico. La realidad de los Pueblos nos indica que todo es mucho más cercano de lo que suponemos. La historia nos une, y la historia reciente, actual, está inscripta en el marco de una dualidad, la dialéctica entre dominadores y dominados.
En esta dialéctica, se nos plantea que somos pueblos libre, sujetos de autodeterminación. Cuando escarbamos en la realidad, veremos que, quienes son los grandes ganadores de la globalización financiera, los que se apropiaron del capital acumulado en nuestros países, hoy, gracias a uno de sus instrumentos de dominación, el Banco Mundial, hoy vienen por el oro, que significa venir por la tierra, el aire, el agua y vienen por el oro, para que el fruto de la codicia criminal duerma en la oscuridad de las bóvedas de los grandes bancos.
No hay diferencias, todo lo contrario. La imposición es la misma para todos nuestros países. Las complicidades pagas vernáculas, necesarias para que la dominación sea efectiva, existe en Argentina, en México, en cualquiera de nuestros países. El sistema está vigente y no es posible imaginar la coexistencia de la minería con las comunidades y su agricultura.
La minería a cielo abierto es una economía de enclave. Se compite por la tierra y el agua y en esa competencia parece que el triunfo está asegurado para el más grande, para el poderoso. Solo la lucha de los convencidos abre la grieta, que permitirá que el agua de la resistencia penetre y haga estallar al gigante.
Para que ello suceda, es necesario sumar presión desde la resistencia. Todos y cada uno de los que habitamos esta América Latina nuestra, tenemos que decidir en esta encrucijada de la historia. La decisión personal y colectiva es; o estamos arrodillados ante los intereses de los que dominan o somos Pueblo y nos jugamos por la vida.
Juan Aníbal AlbayteroProyecto Sur Quilmes"