REVISTA VIAJERO NÚMERO 215 - AGOSTO 2025
Llegó el número de agosto de la Revista Viajero, dedicado al Día del Niño, por supuesto. De ahí que podamos disfrutar de una hermosa tapa onírica llena de ilusión y fantasía... Porque ... ¿acaso la vida de los niños no tendría que estar llena de ilusión y fantasía? Tendría... pero no lo está. En todo el mundo, los niños sufren, y los adultos, en vez de protegerlos, agravan sus sufrimientos. "Ah -dice alguno- esto siempre fue así..." disculpando los males que son tantos y tan viejos como el mundo. No hay excusas, ni Día del Niño que valga tratando de ocultar tanto dolor, tantas carencias... Ni tampoco cambiándole el nombre por el Día de las Niñeces: los niños, esas ternuras, esos locos bajitos, merecen más que un cambio de nombre y un chiche comprado a las apuradas.
Merecen sol y merecen música, arte y plastilina. Merecen padres que los quieran y una rica comida compartida en familia. Merecen hermanos que los comprendan y los defiendan. Merecen una y mil canciones de cuna en lugares tibios y no en casas heladas donde el agua se cuela por todos los rincones y la panza hace tanto ruido que se escucha desde la puerta de calle. Merece todo y merece más. Merece amor. Merece vivir y crecer en paz y sin bombas y sin hambre y sin la incertidumbre de pensar que quizá no haya un mañana...
Por eso, bienvenidos los acrílicos de la galería de arte que nos trae a dos grandes artistas, Alicia Espeche y Gabriela Herrera, donde hay amor, hay espiritualidad, hay música y hay conexión. Y hay alguien que lo mira todo, un señorito Príncipe de cabellitos rubios que es amigo de un zorrito que siempre queremos ver, y que a veces nos hace llorar, como nos hacen llorar los niños con las cosas que nos dicen. Porque las dicen desde el corazón...
Como los textos que nos trae Viajero, como los poemas. Muy buenos los textos de esa Bacteria Observadora que no se cansa de observarlo todo, y nos hace mirar a nosotros también. Y nos hace pensar...
Y la explicación sobre la infancia. Porque siempre se dice que la infancia es la patria de uno, es lo más cercano, es lo más verdadero, es nuestra raíz. Puede ser...
Démosle a nuestros niños muchos libros, pero muchos, y no un chiche comprado a las apuradas. Libros son lo que necesitan, libros y canciones y plastilinas, porque son alas. Quizá, como en la historia del libro de Moby Dick, estemos descubriendo un artista que a su vez, le pondrá alas a otros. Niños como los de la tapa. Soñemos que es así. Y que los niños tienen su lugar...
Gracias, Viajero! https://www.flipsnack.com/96999D77C6F/viajero-185/full-view.html