Un parque que parece una pileta; una calle llena de barro, sin desagüe y con agua acumulada: así está una zona de San Francisco Solano, en Quilmes, donde cada vez que llueve los vecinos están en alerta y tienen miedo de que sus casas se inunden.
"ACÁ CAEN TRES GOTAS Y YA ESTÁS PENSANDO EN QUE TENES QUE JUNTAR LAS COSAS", dijeron.
Unas vecinas contaron que no pueden ir a trabajar, los chicos no van a la escuela y los "únicos que andan las 24h son los chorros".