Opera en pleno centro de Quilmes, donde busca mujeres adultas solas, les da charla y luego les invita una bebida o un café, donde presumiblemente les coloca un barbitúrico para aprovecharse de su indefensión y robarles lo poco que tienen.
El blanco de la delincuente son señoras de entre 60 a 70 años, a quienes se les acerca en la peatonal Rivadavia del desgobernado Quilmes, simula hacerse amiga y les ofrece un jugo adulterado, según denuncian las víctimas, que hasta el momento serían cinco. El primer episodio reportado fue el de Leticia, una jubilada a la que la ladrona captó en la peatonal sentada, le convidó la bebida y cuando la mujer comenzó a marearse le dijo que le invitaba una pizza. En el local, las cámaras captaron como la chorra busca el pedido en el mostrador y a uno de los vasos lo llena de líquido, presuntamente de efecto sedante. Leticia comenzó a sentirse mal y la acusada la acompañó a tomarse el colectivo, donde le sustrajo la billetera y le vació todo el dinero que tenía la mujer en su tarjeta de débito. En abril hubo un hecho similar donde Rosa, de 64 años, fue captada en una plaza cercana a la peatonal por parte de la sindicada, quien le convidó una bebida, instante en que la ladrona aprovechó y le sacó de su mochila un celular y un reloj. El último caso reportado ocurrió este lunes, cuando Cristina, de 65 años, bajo el mismo modus operandi en la misma peatonal, fue invitada por la sospechosa a tomar un café en un local de comidas rápidas.
La víctima llego a tomarle una foto y enviársela a su hija sin imaginarse que momentos después se iba a descompensar y que la señalada, en lugar de asistirla, iba a sustraerle el teléfono y la billetera. Cristina terminó hospitalizada y según asegura, no le quisieron tomar la denuncia sin el análisis de sangre, que hasta el momento, tampoco le proporcionaron. En todos los casos donde la denunciada se hizo de billeteras o celulares, realizó compras con las diferentes tarjetas o las billeteras virtuales. Un dato llamativo, llegó a gastarse 300 mil pesos en el bingo, según figura en los registros de una de las damnificadas. Leticia logró denunciar y su causa fue archivada por la Unidad Funcional de Instrucción 3 a cargo del doctor Martín Conde. La Justicia se niega a investigar a la viuda negra que va por Quilmes drogando y robando a abuelas, y el gobierno de Mayra Mendoza parece tampoco accionar para agilizar el pedido de seguridad de las vecinas.