Dice el sitio del DW en Youtube, que lo compartió:
"Las redes racistas y de extrema derecha se extienden por todo el mundo. Perpetran atentados contra minorías e instituciones democráticas. Las autoridades de Estados Unidos y Europa consideran este movimiento más peligroso que el terrorismo islamista.
Los grupos de extrema derecha están interconectados en todo el mundo y difunden su ideología de la supremacía blanca a través de las plataformas digitales. Especialmente las redes sociales y los servicios de mensajería cifrada, como Telegram, permiten difundir contenidos en tiempo real y captar nuevos adeptos.
Payton Gendron, de 18 años, mata con un fusil de asalto a diez personas, la mayoría afroamericanas, en un supermercado de Buffalo, en el estado de Nueva York. Gendron se había radicalizado con los videos y textos sobre supremacismo blanco y extrema derecha que el adolescente británico Daniel Harris publicaba en internet.
El problema es global: un joven de 17 años armado con un machete y cócteles molotov intenta asaltar una escuela en el estado brasileño de São Paulo. Lleva un brazalete con la cruz gamada. Son solo algunos de los casos documentados en el reportaje, que muestra claramente que el terrorismo de ultraderecha es una amenaza real."
Esclarecedor y por demás aterrador, todos deberían verlo para estar atentos al aumento de la violencia, que no se cura sólo con palabras. Ése es el problema. Entonces ¿cómo?