Un participante de Los 8 escalones sorprendió a Guido Kaczka con el acompañante que llevó a la tribuna del programa. “Bueno Máximo, si contestás bien subís, sino empatás con el señor Matías Escobar. ¿Con quién viniste Máximo, solo?”, indagó el conductor, al presentarlo. “No, vine con mi hermana, mi prima y La Pantera de Quilmes”, lanzó el participante, llamando la atención de Guido. “Uh, La Pantera de Quilmes ¿qué hace que tiene cinturón?”, preguntó el conductor, descolocado. “Es boxeador”, le dijo Máximo. “Ah, boxea”, acotó Guido. “Te quería conocer”, le dijo el concursante, mientras “La Pantera” ensayaba algunos movimientos propios del deporte que practica. “Te la debe dar La Pantera de Quilmes, total, debe pegar fuerte La Pantera de Quilmes. “No, ¡¡¡ésa lo que debe doler Pantera!!!, lo que debe doler esa”, cerró el conductor. Un participante de Los 8 escalones descolocó a Guido Kaczka al revelar que es tarotista y se dedica a la limpieza de casas. “Gerardo, buenas noches, ¿a qué te dedicas?”, le preguntó el conductor, al presentarlo. “Soy tarotista y me dedico a las terapias alternativas”, se presentó el concursante. “Ah, no parece. Bueno, ¿por qué hago el prejuicio?, pero si decía diez profesiones yo no decía tarotista”, reflexionó Guido. “¿Esa onda? Tirás las cartas”, agregó el conductor. “Tiro las cartas, limpio casas, vidas pasadas, entre otras yerbas. Mis amigos me dicen ‘El Brujo’”, explicó el participante. “O sea, en las mudanzas, eso, vas y…”, siguió Guido. “Limpiamos la casa nueva, la vieja la dejamos en orden”, contó Gerardo. “¿Pero qué te encontras?”, quiso saber Guido. “La gente me cuenta sus problemas y yo voy con las herramientas”, se explayó el concursante. “Pero vos entrás a una casa, entrás acá, ¿sentís los muertos, las tragedias?”, quiso saber Guido. “Y, un poquito tengo que decir. No como en las películas, pero medio que te empezás a malviajar, a sentir bajo”, comentó. “¿A malviajar dijiste?”, indagó el conductor, sorprendido. “Sí, te mareas, te baja la presión un poquito”, se sinceró el tarotista. “Y decís acá hubo una franela”, acotó Guido. “Estamos hasta las manos”, cerró el participante, entre risas.
