A más de un año del fallecimiento de Hebe Liz Schweistein, la reconocida mosaiquista y creadora de la famosa Casa de los Sueños, sus hijos decidieron poner en alquiler la colorida vivienda. Sin embargo, el alquiler tiene un propósito muy especial: mantener viva la obra de Hebe y permitir que siga siendo disfrutada por el público. La casa, ubicada en Aristóbulo del Valle al 900, Quilmes, es un punto de atracción en el barrio. La fachada está adornada con coloridas venecitas que Schweistein, también escritora y artista plástica, colocó minuciosamente. Desde la plaza de enfrente hasta un Fiat 600 estacionado en la entrada, la vivienda está cubierta por estas pequeñas piezas de vidrio que forman parte de su legado artístico. Aunque la casa fue puesta en alquiler en julio, no está disponible como residencia. Los espacios habilitados para el uso son el patio y el garaje, exclusivamente para eventos culturales y artísticos, con la condición de que no se realicen modificaciones en la estructura del inmueble. En una de las paredes de la casa, cuelga una frase que la propia Hebe escribió: «La fiesta es volvernos a ver». Esta frase encapsula el deseo de sus hijos, quienes buscan que el legado de su madre siga vivo y que más personas puedan conocer y disfrutar de su obra. Las visitas guiadas, desayunos y meriendas siguen siendo parte de las actividades organizadas en la casa, anunciadas a través de su perfil @castillo_de_los_suenios. La pasión de Schweistein por el mosaiquismo nació tras un viaje a España en 2010, donde quedó fascinada con las obras de Antonio Gaudí. De vuelta en Quilmes, comenzó a aprender la técnica y rápidamente convirtió su hogar en una obra de arte. Su legado se puede ver no solo en su casa, sino también en la Universidad de Quilmes, el club Quilmes, la Casa de la Cultura y plazas de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Hebe Liz Schweistein no solo fue una artista, sino también una docente comprometida, llegando a tener más de 300 alumnos en sus cursos de mosaiquismo. Su dedicación al arte y a la comunidad fue reconocida en 2020, cuando fue declarada Ciudadana Ilustre por el Consejo Deliberante de Quilmes, y su casa fue nombrada de interés cultural. Ahora, con su casa abierta para eventos culturales, su legado sigue vivo, inspirando a todos aquellos que se acercan a conocer la obra de la “Gaudí del Conurbano”. (EL SOL)
