El último viernes un vecino de Bernal comenzó la jornada de la peor manera. Cuando aguardaba el transporte público para ir a trabajar, fue asaltado por tres delincuentes que se movilizaban en dos motos.
El lamentable suceso ocurrió cerca de las 6:15 cuando el hombre permanecía en la parada ubicada en la puerta de un corralón, sobre la calle Luis María Campos al 200.
Los motochorros llegaron por la calle Zapiola y cuando lo detectaron no perdieron tiempo: una moto subió a la vereda para impedir que el muchacho fugue y la otra frenó en la calle, a pocos pasos de él.
"No tengo nada amigo, no tengo nada loco", le gritó al delincuente que lo amenazó con un arma de fuego y lo bolsiqueó.
Momentos después y con la habitual impunidad con la que se mueven los delincuentes en Quilmes, los motochorros escaparon con las pocas pertenencias del trabajador.
