Hoy, rendimos homenaje a una persona excepcional, que ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Carlos Masini no solo fue un dedicado profesor de educación física, sino también el alma de nuestros fogones y campamentos, llevando la alegría y la pasión por el deporte a todos quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.
Su dedicación y entusiasmo en cada actividad, su habilidad para motivarnos y su generosidad en compartir sus conocimientos y su tiempo, nos han inspirado y dejado recuerdos que atesoraremos siempre. Ha sido más que un educador; ha sido un mentor, un ejemplo de compañerismo y compromiso.