Un insólito hecho se vivió en la morgue judicial de Ezpeleta cuando un hombre de 63 años llevó el cadáver de una anciana de 84 años con el que dijo haber convivido durante tres días después de fallecida. El hombre trasladó a la mujer fallecida en una silla de ruedas. Indicó que se llamaba “Linda” y que convivían en un domicilio ubicado en Ezpeleta. En la morgue el sujeto indicó que convivía con ella y que había muerto hacía varios días pero él no había avisado de lo sucedido. “Murió el martes y tuve tres días el cuerpo en la casa” –le dijo a los trabajadores de la morgue; sin aclarar el grado de relación o parentesco con la occisa. Lo sucedido movilizó a la Policía y a los funcionarios judiciales. La fiscal Karina Gallo ordenó a los peritos de la delegación local de la Policía Científica que analicen el cadáver, que ya presentaba un avanzado estado de descomposición; requirió la revisión de la vivienda que los investigadores encontraron totalmente desordenada y sucia; entrevisten a los vecinos para intentar recabar algún dato que sea de interés para la causa; como así también entrevistar a los vecinos para intentar recabar datos de interés para la causa. Los primeros resultados obtenidos en la propia morgue, indican que la anciana falleció de un infarto, pero no se descarta que se haya tratado de una muerte violenta; por eso la fiscal caratuló el hecho como “averiguación de causales de muerte”.
