Quilmes destila fútbol. No importa las condiciones del clima, si la cancha está embarrada, si juega de local o de visitante y mucho menos el rival que tiene enfrente. Quilmes juega, se anima, no especula y presiona alto. Los de Darío Franco volvieron a ratificar que son el mejor equipo del Ascenso. Porque está en la categoría más difícil del fútbol argentino. Porque encontró una sinergia entre el entrenador y los jugadores. Porque le sobra condiciones y jerarquía para ilusionarse con dejar de una vez por todas la Primera Nacional.
El Cervecero desplegó sus alas en Ezeiza, aterrizó sin miedo y se llevó un triunfazo para continuar siendo el único invicto en el campeonato (cayó con Central Córdoba por Copa Argentina) y seguir en lo más alto de la Zona A. Ni siquiera los tres puntos que le sacaron por la sanción tras los incidentes en la temporada pasada en el duelo frente a Gimnasia de Mendoza pudieron frenar el andar de un plantel que tiene mucha hambre de gloria.
Franco, que venía de perder el ascenso con Almirante Brown, se mentalizó en tomarse revancha. Y desde su llegada a inicios de 2024, el técnico se topó con un grupo de futbolistas que lo entendieron. Este Cervecero no tiene nada que envidiarle al recordado Instituto que armó en 2011/12, ese que no pudo conseguir el objetivo final pero que dejó una huella con Paulo Dybala y compañía.
Los del Sur fueron superiores de principio a fin. Metieron en aprietos a un Lechero perdido en su propia casa y aprovecharon las falencias ajenas. La defensa estuvo firme, la mitad de la cancha le dio dinámica, el Rayo González fue determinante por el sector derecho y Lautaro Parisi estuvo intratable. Y fue el Toro quien abrió el marcador tras una asistencia del Rayo para luego ponerse el traje de asistidor y cederle el gol a Axel Batista para llevar mayor tranquilidad.
¿Después? Quilmes dio otro golpe por medio de Damián Adín y Tristán llegó a descontar en el cierre del encuentro a través de Ángel Almada.
El Toro, intratable
Está en su mejor momento. Está con la flechita para arriba. Lautaro Parisi se transformó en el jugador más relevante de Quilmes en este pasaje de la temporada. Ayer, en el 3-1, fue la figura tras convertir el primer gol de su equipo y asistir a Axel Batista en el segundo.
El Toro venía de meterla en la derrota con Central Córdoba por la Copa Argentina y, además, darle la victoria al Cervecero en el 1-0 a All Boys de la fecha pasada. “Me voy contento, pero más por lo grupal. Logramos un triunfo importante”, dijo.
Alerta en el Sur
Iván Ramírez, referente y capitán del Cervecero, debió ser reemplazado a los 22 minutos del complemento por una molestia muscular. A su vez, el defensor Leandro Allende también salió por un inconveniente físico.
