Quilmes pareciera haber encontrado la forma de quedarse con los tres puntos como visitante. Es cierto que no es la sencilla. Es cierto que no colabora con la salud de sus hinchas. Sin embargo, es efectiva. Sí, porque tal como ocurrió la fecha pasada ante Gimnasia de Jujuy, el equipo consiguió la victoria por medio de Tomás Sandoval en tiempo de descuento.
Creer o reventar, así son las cosas en el fútbol. Mario Sciacqua sigue encontrando respuestas futbolísticas en el banco de suplentes. Porque la pasaba mal en Mar del Plata. Porque Aldosivi, en el debut de Walter Coyette como entrenador tras la salida de Teté Quiroz, se puso en ventaja por un error propio, cuando Iván Erquiaga la metió en contra en un intento de despeje.
Claro, el DT del Cervecero movió el banco en el complemento y su equipo mostró una mejoría en el juego y también en el hambre por quedarse con la victoria. Por un lado, Julián Bonetto puso la igualdad parcial luego de que Luis Ingolotti le cometiera un penal. Por el otro, Sandoval, tal como ocurrió en el Norte, le dio los tres puntos de manera agónica: Quilmes fue letal en una contra y, tras un tiro en el palo, el 20 apareció en el área para empujarla a la red.
