Tenía 20 años. Recientemente llegado a la zona sur del Conurbano, en enero había empezado a trabajar como repartidor. Hay dos detenidos, entre ellos un menor de 15 años. El brutal relato de los vecinos que trataron de ayudarlo.
A las dos de la tarde del sábado 26 de febrero, a plena luz del día, con absoluta frialdad y saña. A esa hora y bajo esas circunstancias encontró la muerte Danilo Marcieri, un delivery de apenas 20 años que fue fusilado por ladrones que robarle la moto mientras estaba trabajando en Quilmes. Los dos presuntos asesinos están detenidos; uno de ellos tiene 15 años.
El crimen del trabajador sucedió en la esquina de avenida Zapiola y calle 162, de Bernal Oeste. Generó conmoción en la zona: hubo una protesta de repartidores pidiendo más seguridad, y hasta la propia intendenta Mayra Mendoza se refirió al tema en las últimas horas del sábado, con un mensaje enviado a través de las redes sociales.
La historia de Danilo Marcieri, el delivery asesinado en Quilmes
Oriundo de la provincia de Neuquén, tal como se puede observar en fotos suyas publicadas en las redes sociales y que trascendieron tras el asesinato, Danilo Marcieri tenía 22 años y había llegado en los últimos meses al Área Metropolitana de Buenos Aires en busca de trabajo.
De hecho, sus compañeros en el sistema de reparto contaron que llevaba apenas un mes trabajando como delivery en la zona Sur. “Quedó tirado ahí pobrecito pero no lo pudimos ayudar. Estamos rodeados. Este chico trabajaba con su delivery y lo mataron así. Era nuevo en el trabajo, salió con su moto a ganarse la vida”, expuso uno de los vecinos de Bernal Oeste que intentó socorrerlo después del ataque, entre lágrimas.
En la noche del sábado, compañeros de Danilo se reunieron frente a la Comisaría Quinta de Quilmes, en Mosconi y Jujuy, para reclamar por mejores condiciones de seguridad. Entre ellos estaba Mateo, quien dijo conocer a la víctima. Según contó, se había comprado a principios de 2023 la moto con la que salía a trabajar, una Motomel C150, la misma que le robaron los ladrones.
El propio Mateo contó que Marcieri vino de Neuquén «a probar suerte» y que había empezado a trabajar hace un mes como delivery. “Era un pibe joven. Siempre manejaba despacio, no se pasaba ni un semáforo en rojo, cumplía. Pero lo mataron de dos tiros solo para robarle la moto. ¿Hasta dónde vamos a llegar?”, se preguntó.
Una mujer encargada de una remisería llamó a la Policía Bonaerense ante el pedido de auxilio después del ataque. “Escuché dos disparos. Fue horrible. Después vinieron a los gritos pidiendo que llame al 911. Me comuniqué pero ni sabía qué decir. Fue horrible”, sintetizó Nancy.





