El trágico hecho se dio alrededor de las 17.20 sobre la calle 185 y Pedemonte. La víctima, identificada como Andrea Gómez, había solicitado el Uber en la puerta de su domicilio y se disponía a subir al coche con su hijo de 16 años para ir a visitar a su nieta por su cumpleaños en Pilar.
Justo en momentos en que pasaba por detrás del Peugeot 207, una camioneta Ford Eco Sport roja se cruzó delante del coche obstruyéndole el paso y de ella descendieron tres delincuentes armados. El conductor intentó evitar el robo y aceleró en reversa, sin advertir que su pasajera se encontraba aún atrás del auto.
Fue cuestión de un instante. El Uber terminó atropellando a Gómez y arrastrándola varios metros, quedando su cuerpo tendido sobre la cinta asfáltica ante los ojos de su hijo. Al ver lo ocurrido, los bandidos abordaron rápidamente la Eco Sport y emprendieron la huida a toda velocidad.
Una ambulancia del SAME bajó de inmediato al lugar, pero los médicos no pudieron hacer nada por salvarla y constataron que la mujer -que trabajaba como auxiliar en el Jardín Nº 967- ya se encontraba sin vida.
INVESTIGACIÓN
El caso es investigado por la UFIJ Nº 4 del Departamento Judicial Quilmes, a cargo de la fiscal Karina Gallo. El chofer del Uber (40) fue imputado por “homicidio culposo”, aunque no quedó por el momento detenido. En tanto, el gabinete criminológico de la Seccional Quinta, al mando del comisario Hugo Gómez, lleva adelante las pesquisas tendientes a dar con los delincuentes que perpetraron el fatal intento de robo.
DOLOR
En diálogo con medios nacionales, las hijas de Andrea Gómez pidieron justicia y responsabilizaron tanto al conductor como a los delincuentes que intentaron asaltarlo. Asimismo, reclamaron por la demora en la llegada de la ambulancia: “Mi sobrino fue desesperado hasta el UPA 17, que está a una cuadra y media, pidiendo ayuda y no quisieron venir. Mi hermana todavía estaba viva, tal vez se pudo haber salvado”, indicó el hermano de la víctima.
Las quejas también fueron por la demora en la llegada de la Policía Científica, que hizo que el cuerpo de la mujer yaciera en el piso durante largas horas, y por la inseguridad que vive el barrio. “Acá no hay cámaras, nada. En Camino General Belgrano vinieron a poner un cajero automático que nadie necesita, acá se necesita policía, se necesita seguridad. Mi mamá era una buena persona, trabajaba, estaba estudiando la licenciatura en Terapia Ocupacional en la Universidad de Quilmes, tenía un montón de proyectos”, lamentó.