El Obispado de Quilmes adhirió a una carta de la Comisión Episcopal para la vida en rechazo al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que ingresó a la Legislatura nacional por iniciativa del presidente Alberto Fernández.
Desde las redes, la Diócesis local reiteró su postura “por las dos vidas” y consideró que no es el momento de iniciar una discusión de estas características en medio de una crisis económica, social y sanitaria como la que atraviesa el país.
“Durante largos meses la pandemia evidenció y agudizó los grandes y urgentes desafíos que tenemos como sociedad y develó la inhumana pobreza que abriga la vida misma de muchos hermanos nuestros·, dice la carta.
“Ciertamente estas realidades parecen no ser suficientemente evidentes y no despiertan la necesaria sensibilidad para volcarnos con convicción, solicitud y gestos de grandeza en el verdadero cuidado y defensa de toda vida. El aborto no salva vidas. Lo que sí salva la vida, las dos vidas, en especial de las mujeres adolescentes y más vulnerables embarazadas, es el cuidado, contención, acompañamiento, cercanía, medios económicos, educación, prevención, presencia del Estado y de otras asociaciones civiles y religiosas enmarcadas en un concepto amplio y humano de salud pública”.
Para la Iglesia local, en coincidencia con la Comisión Episcopal para la vida, “legalizar el aborto y dar por válidas las supuestas razones que se escuchan profundizan y dificultan la necesaria amistad social. Legalizar el aborto en los términos que establece el protocolo ILE, sería la primera vez en nuestra Nación Argentina en democracia que una ley contenga la muerte de una persona para salvar a otra a excepción de lo establecido en el Código Penal Argentino”.
“Este no es el camino, sino la inclaudicable convicción de que, salvando las dos vidas, nos salvamos todos”.
“Es innegable el cansancio, el agotamiento, la tristeza y el desánimo en la población, como también el testimonio de muchos hombres y mujeres, profesionales y personal de la salud, e innumerables voluntarios que diariamente redoblan los esfuerzos para cuidar la vida amenazada por la pandemia”.
“Sólo si la persona es un valor primario transitaremos con decisión y esperanza el camino hacia un encuentro de hermanos, tendiendo puentes y curando las heridas nacidas de las injusticias y desigualdades, reflejadas en los más débiles y excluidos. Ese es el espíritu del magisterio del Papa Francisco”.
El 28 de noviembre se realizarán distintas manifestaciones para expresar el valor y el respeto por la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural.
22 de noviembre de 2020
El Obispado de Quilmes adhirió a una carta de la Comisión Episcopal en contra del aborto
noviembre 22, 2020
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