La triste postal fue fotografiada por la vecina Griselda Segura, madre del joven Boris Hartivig (quien falleció hace unos años al ser atropellado en Avenida Mosconi y Triunvirato). En dichas imágenes se puede observar como el Cementerio Municipal de Ezpeleta parece una verdadera jungla, donde el pasto está tan largo que ni siquiera se pueden ver las tumbas. Asimismo la mujer expresó su preocupación por la gran cantidad de mosquitos que proliferan el dengue.





