Ocurrió este martes en horas del mediodía en 122 y 46. Según fuentes policiales, el custodio le sacó las esposas al detenido, identificado como el criminal quilmeño Nicolás Nahuel Crause Lara (28) para que vaya al baño. Sin elementos de sujeción , amenazó al suboficial, le robó sus dos armas reglamentarias y se dio a la fuga. Terminó con su vida de un disparo en la cabeza.
El episodio se registró este martes en la ciudad de La Plata y causó gran conmoción en la zona. Según informaron fuentes oficiales, todo se inició cuando un preso, proveniente de San Francisco Solano, estaba internado en el nosocomio local y siendo custodiado por agentes del SPB.
De acuerdo al parte oficial, el custodio le sacó las esposas al detenido, identificado como Nicolás Nahuel Crause Lara, para que vaya al baño, y sin elementos de sujeción el detenido amenazó al suboficial se alzó con las dos armas reglamentarias y se dio a la fuga.
Rápidamente se subió a un remís, tomando como rehén al chofer y huyó por la 72 en dirección a 122.
Los efectivos pudieron identificar el rodado en el que se desplazaba y salieron en su búsqueda. Así fue que un gran número de patrulleros logró cercarle el camino en inmediaciones de la estación de servicio Puma de 122 y 46.
El hombre implicado bajó del vehículo y comenzó a tirotearse con los agentes en plena calle. Viéndose acorralado por los efectivos, terminó con su vida de un disparo en la cabeza.
Por la fuga, Asuntos Internos del SPB dispuso el inicio de un sumario y el pase a disponibilidad preventiva de tres agentes de la Unidad 35 Magdalena.
Se trata del Jefe de la Sección de Guardia de Seguridad Exterior del penal y de los dos custodios del detenido en su traslado al Hospital: un oficial adjutor y un sargento.
Según los primeros pasos de la investigación administrativa se pudieron detectar varias irregularidades serias.
Se trata de establecer si hubo negligencia o complicidad.
Toda la información del sumario será puesta a disposición del fiscal Álvaro Garganta, titular de la UFI Nº 11 de La Plata, encargado de la investigación penal Crause Lara purgaba una condena por robo agravado por el uso de armas desde mayo de 2015 y en noviembre de 2021 iba cumplir con la pena.
El interno había ingresado anoche al Hospital por la ingesta de una bombilla y un tenedor, y ya estaba a minutos del alta hospitalaria cuando se produjo el escape.
Sobre el prófugo:
Nicolás Crause Lara (23) estaba preso desde mayo de 2015. Lo habían arrestado con 18 años. En su primera condena como mayor recibió seis años de cárcel por el delito de «robo agravado por el uso de arma». No le faltaba mucho para salir en libertad, pero estaba cansado del encierro y eligió el peor camino: tragarse una bombilla y un tenedor para que lo llevaran a un hospital, un artilugio riesgoso, aunque bastante habitual en el submundo carcelario.
Nadie descarta que la ingesta de los utensillos de cocina haya sido parte de un plan de fuga orquestado desde el mismo penal. Lo extraño es que aparentemente el evadido no contó con apoyo externo. Cuando desarmó a los guardias se subió a un remís que estaba estacionado frente al hospital y escapó en dirección a la autopista La Plata – Buenos Aires.
Por los controles vehiculares que hay para circular por la pandemia del coronavirus, está claro que no era un buen plan. Crause vivía en Quilmes y es probable que buscara refugio en esa zona. No llegó demasiado lejos. En las calles 122 y 48 -a unos tres kilómetros del hospital- fue interceptado tras una breve persecución.