26 de marzo de 2020

Mensaje del Obispo de Quilmes: “La Fe en tiempos de pandemia”

Buenos Aires, 24 de marzo de 2020

A todas las hermanas y hermanos de Cáritas en Argentina

«Tranquilícense, soy yo; no teman” (Mt. 14, 27)

En esta cuarentena por la pandemia que nos acecha, quiero llegar con este mensaje que les transmite un sacerdote jesuita que está acompañando espiritualmente a nuestro Equipo Nacional. Queremos compartirlo con cada una de las Caritas que están presentes a lo largo y a lo ancho de la Argentina.
< /> El texto que he citado es el de la aparición de Jesús en el mar de Galilea, cuando los discípulos estaban asustados en la barca, en medio de la tempestad.

Jesús siempre está con nosotros, también en los momentos de oscuridad, en los malos tiempos de la humanidad y de nuestra vida personal. Él nos invita a confiar, y nos invita a caminar hacia Él, como lo hizo con Pedro que se lanzó a caminar sobre las aguas.

Que esta reflexión que nos regala el Padre Salvador SJ, nos ayude en nuestro servicio en Cáritas, en una situación de emergencia que vivimos con toda la humanidad.

Aprovecho la oportunidad para agradecer el trabajo de cada agente de Cáritas. Agradezco la comprensión que tengan con las limitaciones que podemos tener en nuestros equipos; queremos encontrar la mejor solución a las diversas situaciones que nacen. El momento actual sobrepasa todo lo que se podía prever. Todos juntos, es el mejor modo de servir. ¡Gracias!

Que la Virgen de Luján y el Santo Cura Brochero nos cuiden.

Con mi afecto y bendición


+ Carlos José Tissera
Obispo de Quilmes
Presidente de Cáritas Argentina


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QUERIDOS AMIGOS Y COMPAÑEROS DE CARITAS:

Sé que estamos en un momento muy especial en nuestro país, y en todos los frentes, por eso les escribo algo, para que la Palabra de Dios, y su Espíritu nos ilumine, nos consuele, y nos vuelva creativos en el amor, y en nuestras responsabilidades.

Desde aquí rezo x ustedes, sé algo de sus tareas, mucha fuerza y siempre para adelante con la gracia de Dios, y el aporte de todos.

1Samuel 16,1b.6-7.10-13ª: David es ungido rey de Israel:

“En aquellos días, el Señor le dijo a Samuel: "Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey."

Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: "Seguro, el Señor tiene delante a su ungido." Pero el Señor le dijo: "No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón." ….

Dios nos eligió a cada uno cuando nos regaló la vida, al regalarnos tantos dones y cualidades que tenemos: La familia, los talentos, los contactos, nuestras capacidades, nuestras bellezas, que cada uno tiene. Así también, nos eligió para la misión tan delicada que cada uno tenemos, en este momento, en el frente que nos toca actuar.

Cuando Dios nos elige para una tarea, donde estamos, siempre nos capacita y anima para que lo podamos cumplir con creatividad y alegría. Por eso volvamos a las experiencias de los grandes hombres y mujeres que atravesaron misiones clave en la historia, y saquemos fuerza y estimulo de ahí.

Salmo responsorial: 22: El señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar, / me conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me sosiegan. R. …

Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré en la casa del Señor / por los años sin término. R.

Este Salmo es uno de mis preferidos, porque nos recuerda y nos reitera, que Dios siempre está con nosotros, es un Padre bueno, siempre atento a nuestras necesidades, alegrías, luchas, preocupaciones y sufrimientos. Tranquilo nomás, el Señor está al tanto de nuestras patriadas, y nos da las pilas para estos tiempos.

Efesios 5,8-14: Levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz

Hermanos: En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz -toda bondad, justicia y verdad son fruto de luz-, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denunciadlas. Pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas. Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto, y todo descubierto es luz. Pero eso dice: "Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz."

En estos tiempos difíciles de nuestra Patria, estamos llamados a ser luz, humildemente. Con nuestras sonrisas, con nuestra palabra oportuna, con nuestro aporte generoso donde más haga falta, con nuestro cansancio, a veces nuestras desesperanzas, nuestros miedos, nuestras dudas, nuestra indignación, y tantos modos como a vece andamos.

Juan 9,1-41: Curación de un ciego de nacimiento. Fue, se lavó, y volvió con vista

En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento…Dicho esto,] escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado." Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: "¿No es ése el que se sentaba a pedir?" Unos decían: "El mismo." Otros decían: "No es él, pero se le parece." Él respondía: "Soy yo."

Todos estos textos del domingo pasado nos vienen requeté bien, porque nos iluminan en este tiempo difícil, pero que Dios sacara cosas buenas para cada uno, para nuestras familias, para nuestro pueblo, para nuestras instituciones.

Dios nos visita de manera misteriosa muchas veces en la vida, y en la vida de nuestros pueblos. No es fácil comprender, entender y a veces aceptar. Pero la fe nos dice que todo está en las manos bondadoso de su misericordia. Confiemos y dejemos que Dios nos siga abriendo los ojos, nos vaya curando de todas nuestras cegueras, para ser mejores, y ayudarnos entre todos.

Un abrazo fuerte y unido en la oración, y en todas las tareas que la Patria, y la historia nos demanda. La Virgen, nuestra Madre, nos cuide a todos.


Salvador Verón sj