“¿Dónde está tu hermano?” (Gén 4,9)
Memoria, Verdad y Justicia
1976 - 24 de Marzo – 2020
A 44 años del último golpe cívico-militar
La pregunta de Dios a Caín, que acababa de matar a su hermano Abel, nos parece pertinente para titular esta reflexión en ocasión del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Este 24 de marzo será distinto en el aislamiento necesario para detener el avance del coronavirus. Luego de esta pandemia ¿podremos inaugurar un mundo más justo y humano?
Hoy, en esta lucha contra la epidemia que asola el mundo, nos preguntamos: ¿Dónde están nuestros hermanos y hermanas que esperan nuestra solidaridad? ¿Quiénes son hoy los/as “desaparecidos/as”, las/los “excluidos/as”, las “víctimas” del sistema? ¿Dónde advertir a los/as caídos/as del camino que nos reclaman el abrazo solidario y misericordioso del Evangelio?
Queremos hacernos eco, de manera especial, del momento histórico que pone a la mujer y a sus derechos vulnerados en el centro de la escena. Las noticias tristemente repetidas de femicidios crecientes, a pesar de tantos esfuerzos, nos conmueve y nos cuestiona. Y, como suele suceder, si este tema es central entre los temas de justicia y de derechos humanos, lo es mucho más cuando hablamos de la mujer pobre: su indefensión es mayor aún. ¿Cómo podrá permanecer durante el aislamiento una mujer con riesgo de ser violentada en su propia casa por su pareja, por ejemplo?
Pedimos, en este momento de crisis, “quedate en tu casa”. Y esto es imperioso hacerlo. Pero, ¿cómo pedirle que se quede en su casa a una familia hacinada en su casilla con numerosos hijos y sin el pan de cada día en su mesa? ¿Y los sin casa que deambulan en nuestras calles? ¿Cómo subsistirán las personas sin trabajo ni recursos económicos en esta cuarentena? ¿Qué lugar tienen los/as migrantes en esta situación extrema?
Aquel trabajo de acompañamiento para con los familiares de los desaparecidos de ayer y el clamor por la “aparición con vida” de las víctimas del “Proceso”, nos convoca a mirar a los “desaparecidos y desaparecidas” de hoy que quedan invisibilizados por la indiferencia. O por nuestra incapacidad de considerar a otros y otras que viven en universos que no vemos o no queremos ver. El Papa Francisco los llamo “los descartados de la sociedad globalizada”.
En medio del pánico de esta pandemia se nos generan no pocos interrogantes. El mundo por venir se torna incierto. ¿Aprenderemos los seres humanos a ser humanos?
La pandemia ha impactado en el corazón del primer mundo y en muchas naciones del planeta. Ya estamos lamentando muchas muertes. Trabajamos contra reloj para evitar más dolor. Pero así y todo, el virus más letal en este lado del mundo sigue siendo el hambre y su causa, la injusticia.
¿Podremos colaborar eficazmente por un mundo más sororo y fraterno?
Hoy, como ayer, sigue habiendo víctimas y victimarios que reclaman de nosotros y nosotras Memoria, Verdad y trabajo por la Justicia.
Vicaría de la Solidaridad
Diócesis de Quilmes.
Quilmes, 24 de Marzo de 2020