29 de enero de 2020

Este fin de semana sale a la calle el ejemplar gráfico de Febrero de "La Mirada de Quilmes Oeste"

Al igual que Fernando Báez (el muchacho asesinado en Villa Gesell) cada uno de estos jóvenes quilmeños perdió la vida en manos de cobardes patotas que los mataron a la salida de distintos boliches del distrito. 
A diferencia de Báez, sus homicidios no fueron ungidos por la bendición mediática de los Medios Nacionales, y por ello (exceptuando amigos y seres queridos) el país no clamó justicia por ninguno de ellos; ningún programa dedicó horas y horas de debate para hablar de sus asesinatos, no se impulsó ninguna Ley con ninguno de sus nombres, muchos de los imputados lograron saltar la justicia y salieron indemnes, y, lamentablemente, con el paso de los años sus crimenes quedaron impunes.
Hoy sus nombres están grabados a fuego en las memorias de sus familiares, y sus caras se convirtieron en remeras, tatuajes, murales y demás. En cada aniversario se realizan misas y actos de conmemoración, dejando alguna apostilla en algún que otro medio local que remarca que pasan los años y el caso sigue impune. 
En tan solo la última década Emmanuel Vera, Braian Garberoglio, Adrián “chubi” Novillo, Matías Seco Rouco, Agustín Núñez, Nicolás Morales, Octavio Ferreyra Castro, Fabián Cantelli, Sergio Campos y Juan Ledesma fueron algunos de los jóvenes quilmeños que alguna noche entraron a un boliche de Quilmes y al salir encontraron la muerte en manos de una patota que en minutos acabó cobardemente con sus vidas.
En esta edición recordaremos cada uno de sus casos, y ratificaremos que el pedido de justicia sigue y seguirá vigente pese al paso de los años.