El actual intendente de Quilmes y candidato a la reelección por Juntos por el Cambio, fue el principal orador en una cena ofrecida para más de 500 comerciantes y empresarios locales en un importante local de eventos de la Ribera quilmeña. De la velada también participaron funcionarios nacionales, provinciales y el gabinete de Molina en su totalidad.
“En veinte días vamos a repetir el triunfo de 2015. Vivimos en una ciudad con 353 años de historia y en estos últimos 4 comenzamos a consolidar una transformación como nunca antes tuvimos. Recuerdo que cuando me propusieron ser candidato, pasé una noche escribiendo las cosas que se debían hacer. Hoy vuelvo a pensar en esas anotaciones y descubro que logramos mucho más de lo que imaginé”, dijo Martiniano al abrir su discurso.
Ante la atenta mirada de los presentes Molina hizo un repaso de las obras más importantes que se ejecutaron durante su gestión, destacando que muchas de ellas fueron realizadas con recursos propios del municipio y otras en colaboración con el Estado provincial y nacional. Cuando hizo alusión a lo realizado en educación destacó que se logró reparar 200 establecimientos educativos y fundar los primeros 6 jardines de infante de gestión municipal en la historia del distrito, incrementándose sustancialmente la cantidad de alumnos que se educan en instituciones públicas.
“En materia de salud estamos saldando una vieja deuda que tenía el Estado con los vecinos, hoy hay 29 Centros de Salud con profesionales de jerarquía, más especialidades médicas y aparatología de última generación. El diagrama de la ubicación de los centros hace que la gente tenga uno a sólo 15 minutos de su casa. Además, al tener la historia clínica integrada, los pacientes se pueden atender indistintamente en un Centro o en otro”, continuó diciendo el titular del ejecutivo.
También durante el discurso se destacó la construcción y reacondicionamiento de espacios públicos destinados al esparcimiento, estando algunos emplazados en terrenos de un valor comercial considerable y que el municipio decidió quedárselos para darles esa finalidad. “Los parques y plazas son los lugares más democráticos que se pueden encontrar en una ciudad, son sitios donde lo que prima es la convivencia saludable y desaparecen las diferencias”.
En el momento más político de su alocución, Martiniano imaginó lo que sería para Quilmes volver al pasado: “Debemos trabajar para que los recursos del municipio sigan volviendo a la gente, ya fuimos testigos vívidos de lo que hicieron los que hoy dicen tener todas las soluciones a los problemas. El cambio de caras no es sinónimo de cambio de políticas. Si gobierna La Cámpora, sucederá lo que ocurrió anteriormente, veremos incrementarse la cantidad de villas y de gente viviendo bajo regímenes clientelares”.
Sobre el final de su participación Molina dijo: “Por todo lo que falta y por todo lo que hicimos, debemos defender a Quilmes de la vuelta a la corrupción. Nosotros estamos del lado de los vecinos que todos los días se levantan para ir a trabajar, llevar sus hijos a la escuela y de los que quieren hacer las cosas bien. A los que están del otro lado, ya los conocemos. Usan a la gente para beneficio propio, cooptan la justicia y los medios de comunicación. No queremos volver al pasado. Sin dudas somos el mejor proyecto para esta ciudad”.
Después de haber sido interrumpido por aplausos numerosas veces durante su discurso, Martiniano cerró una noche donde recibió un claro apoyo de los propios y de distintos representantes del comercio y del empresariado local. El candidato finalizó arengando a los presentes con la siguiente frase: “El 27 de octubre vamos a festejar un gran triunfo para Quilmes”.
