Un adolescente de 17 años que trabajaba como delivery fue aprehendido por efectivos de la Policía Local Motorizada en Quilmes Oeste, luego de persecución que culminó cuando el motociclista chocó con un auto. Debajo del asiento del rodado le encontraron un arma de fuego y la moto en cuestión tenía pedido de secuestro.
El hecho ocurrió en la tarde de este martes, cuando los oficiales detectaron al joven desplazarse en el vehículo Corven 110cc sin chapa patente, en la intersección de las calles Laprida y Azcuénaga. Preventivamente decidieron interceptarlo para un control de rutina, pero el delivery aceleró la marcha en un intento por darse a la fuga.
La persecución al repartidor llegó hasta el cruce de Larrea y Esquiu, donde fue embestido por un Ford Focus que no pudo frenar a tiempo. El sospechoso cayó al suelo y se produjo un corte en la boca, motivo por el cual luego debieron trasladarlo con una ambulancia del SAME al Hospital Iriarte.
En presencia de un testigo hábil procedieron a identificar al sujeto y requisar sus pertenencias, en busca de elementos de peligrosidad. Fuentes policiales informaron que debajo del asiento de la moto encontraron un revólver calibre 22 con cuatro proyectiles en su tambor y numeración limada. Asimismo, tras modular el número de motor del rodado comprobaron que tenía pedido de secuestro activo por una causa caratulada “hurto de motovehículo”, iniciada en la Comisaría Primera de Quilmes el 24 de enero último y a cargo de la UFIJ Nº 12.
Por estos sucesos se lo trasladó aprehendido a la Comisaría Tercera del barrio La Colonia, donde se le abrió una causa por “encubrimiento y portación ilegal de arma de fuego de uso civil”. La Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 2 de la ciudad tomó intervención y, labradas las actuaciones, otorgó la libertad del sindicado en base a su minoridad de edad.
Desde su entorno aseguraron que el joven habría comprado de buena fe la motocicleta para trabajar y que no sabría que era robada. En relación al intento de fuga, el imputado les aseguró que huyó “porque no quería parar” ya que estaba “a dos cuadras de su casa”. Sobre la tenencia del arma sin embargo no pudieron dar precisiones.
