Impulsado por “Milonga Custom” (para quienes no conocen, se trata de una modalidad tunning que implica personalizar muñequitos para transformarlos en figuras de acción inexistentes) un joven de Florencio Varela creó y comercializa por Mercado Libre el muñequito del mítico “Capitán del Espacio”, emblema del logo del popular alfajor quilmeño ubicado en avenida República del Líbano, entre Gran Canaria y las vías.
La venta del Muñequito (por fuera de lo que comercializa con licencia la empresa creadora y dueña de la marca) se suma a la de helados gusto “Capitán del espacio” y cerveza artesanal sabor “Capitán del Espacio”.
Cabe destacar que estas dos últimas fueron rechazadas por los actuales dueños de “Capitán del Espacio” por tratarse de bebidas y alimentos que comprometían a la marca y, que sometidos a un proceso para reconvertirlos, podían traer un perjuicio para quien los ingiera: “una vez abierto su envoltorio original, los alfajores deben ser consumidos pues cualquier proceso ajeno a los contemplados por las normas de producción puede alterar de manera nociva el producto”.
El 2 de febrero de 1962, Capitán del Espacio se puso en marcha para convertirse en un alfajor que evitó el marketing y se transformó en leyenda. Que priorizó la calidad por sobre la cantidad. Una pyme perfecta, abasteciendo a miles en el sur del conurbano bonaerense y creando –sin querer– una lista (larga) de espera en donde –queriendo– se anotaron otros tantos de miles que, en diferentes puntos del país, aún en la actualidad ansían probarlo.