La noticia de un caso de hantavirus registrado en Buenos Aires prendió las alertas de la población con respecto a un hombre que se roba los residuos de los demás.
Néstor vive hace décadas en la misma casa de la calle Larrea al 700, en Quilmes Oeste, una herencia familiar que recibió junto a sus hermanos y que hoy se encuentra tapada por bolsas de basura, tablones de madera, ladrillos, una vieja heladera y hasta el chasis de un auto.
"Aquí no se acumula basura. Tengo una obra, estoy levantando las paredes y estoy por poner una reja. Hay unas cosas que son de los compañeros y que se tienen que llevar los muchachos que trabajan acá", explicó el hombre al canal C5N.
Pero los vecinos de Néstor aseguran que la supuesta obra no avanza. En vez, la propiedad atrae ratas que hacen sus nidos adentro de la casa o en el terreno y que luego deambulan por el barrio. La amenaza del primer caso de hantavirus detectado en la provincia de Buenos Aires no hizo más que prender las alarmas.
"Yo te doy una mano y llamo al Municipio limpiamos todo esto. ¿Para qué tenés todo eso? Acumulás toda esa basura, no vendes nada", propuso la vecina que vive del otro lado de la medianera de Néstor, que está preocupada por un eventual brote de hantavirus.
"Con lo caro que está todo, duramos dos horas", sentenció la mujer acerca del costo de los medicamentos. Pero el hombre no está del todo convencido. "Las ratas están en el barrio, no son de mi propiedad. Yo no creo que el foco de infección parta de acá, es un problema generalizado de todo Quilmes", explicó Néstor.
"Yo soy funcionario del Gobierno nacional. Tengo parte médico porque me están haciendo un tratamiento. Esta propiedad es mía y de mi hermano, es una herencia familiar", relató el hombre. "Los hermanos murieron", aclaró su vecina.
Néstor explicó que tiene una heladera sin puerta "que tiene que ir al service" pero que "no se la llevaron todavía porque no sé ni siquiera si el service está", que el chasis de auto que tiene en su patio le pertenece al hermano y que guarda camas y otros muebles para que los obreros que trabajan en su casa porque "son de escasos recursos, viven en zonas inundables" y cada tanto necesitan donaciones.
"Yo quiero ayudarlos porque estuvieron conmigo en la Fuerza Arérea. Nosotros somos de la clase '62 y '63, atravesamos el conflicto de Malvinas y nos solidarizamos entre nosotros", explicó Néstor, quien se comprometió a "recargar con veneno" las jaulas trampa para atrapar ratas.
