El próximo martes 20 de julio a partir de las 20 horas, como todos los años para esta fecha, la Comunidad Indígena Quilmes Cacique Santos Mamani convoca a todos los vecinos quilmeños a la vigilia que se realiza en la Plaza San Martín para recibir el “Año nuevo de la naturaleza y de los pueblos del hemisferio sur”, evento que se produce en el solsticio de invierno y que en esta oportunidad cuenta con la adhesión del proyecto de la Universidad Nacional de Quilmes “El buen vivir en nuestra comunidad imaginada”, integrante del Programa CREES-ICOTEA.
En esta celebración se realizan varias actividades en espera de la salida del sol en el amanecer del miércoles 21, las que hunden sus raíces en las culturas ancestrales de América del Sur y en la propia experiencia de los pueblos, según expresó el Amauta Aymara Pablo Quival, referente de la comunidad indígena quilmeña e integrante del proyecto de la UNQ: “Dicen nuestros antepasados: la Pachamama conforma una dualidad con el Padre Sol, de esa conjunción nacen otras dualidades que aseguran la continuidad de la vida vegetal-vida animal y juntas a los demas elementos conformamos un todo único, indivisible, inseparable. Por lo tanto, no hay nada que medie entre el Hombre y La Naturaleza, principio común y esencial que define a los pueblos originarios como hijos de la Tierra y sostenemos hoy de la Tierra venimos y a Ella volvemos".
De esta manera “es en el solsticio, en la noche mas larga, la culminación y comienzo de otro ciclo. Y es en la Plaza San Martín donde están los restos de Los Kilme, lugar sagrado y espiritual para nosotros, donde nos juntamos los quilmeños como nuevos indios, alrededor de un gran fogón. Allí esperamos el nuevo año, es el momento de reflexión para volvernos mejores, donde compartimos la palabra; pero también un rico locro. En ese marco hacemos la ceremonia y con espíritu comunitario esperamos el nuevo Sol”.
Cave aclarar que esta actividad que se llevará adelante en la Plaza San Martín ubicada en Mitre y Rivadavia, Quilmes, no se suspende por lluvia y es totalmente abierta a la comunidad; y con la que se puede cooperar aportando algo de leña para el fogón y llevando algún ingrediente que aporte a integrar el locro argentino.
