El Decano se quedó sin conductor luego de un duro desenlace y tras las fuertes declaraciones de Caneo y Tripodi.
Pasadas las cinco de la tarde, Mario Sciacqua se reunió con su cuerpo técnico para hablar de cómo ven el futuro. Los últimos días de competencia habían puesto al entrenador sobre las cuerdas y la salvación no fue un aliciente, al menos para él. Tras una reunión breve, el director técnico y los dirigentes de Quilmes acordaron la desvinculación luego de que el conductor les asegurara que su decisión era indeclinable.
“Creímos que era la mejor decisión. Lo empecé a analizar desde el partido con Boca Unidos. Acá tenés que estar al 150 mil por ciento y cuando lo hablamos con el cuerpo técnico había dudas”, explicó.
Los resultados, la falta de respaldo dentro y fuera del vestuario y la poca capacidad de negociación de la dirigencias lo empujaron a abandonar el cargo. Ni la calma posterior al partido con Boca Unidos permitió que las aguas se calmaran en Quilmes. Mucho menos después de la salvación, con las fuertes declaraciones de Miguel Caneo y Tripodi.
La señal era inequívoca: el vestuario no estaba de su lado. “Después analizás muchas cuestiones que pasaron y lo tenés que pensar. Es una frustración porque vine para otra cosa. No me puedo quedar con que zafamos”, aseguró en diálogo con FM Sur.
Sciacqua le manifestó a los dirigentes que no tiene fuerzas para seguir. “Para quedarme tengo que estar al cien por ciento, y no me siento así”, les expresó. “Más allá de que es una gran técnico perdemos una buena persona”, aseguró el presidente del Decano, Marcelo Calello.
