Una historia que cierra las gargantas se suscitó en la infernal jornada de hoy en torno al Banco Provincia de Quilmes. Entre tumultos, peleas, protestas, insultos, largas filas al rayo del sol, y una impresionante cantidad de gente exasperada taponando la entrada de la sucursal, una anciana desesperada por cobrar su humilde jubilación se desplomó al enterarse que la bancaria ratificó un paro activo para mañana viernes.
Es que el paro del Bapro por 48 horas seguidas a los feriados por Semana Santa y el 2 de abril, tuvo un efecto devastador en esta jubilada que no pudo cobrar su jubilación, misma situación que le ocurrió a miles de abuelos y a muchos usuarios que tuvieron esta misma dificultad para operar durante la última semana.
Una ambulancia y un móvil policial arribaron al lugar que ya estaba desbordado. La policía intentó contener la desesperación de la gente, que en medio del estupor comenzó a pelearse entre sí ya que, mientras algunos humanitariamente asistieron a la abuela, otros aprovecharon para colarse en la fila, y esto provocó disputas e insultos entre la gente: "vos aprovechaste el quilombo para colarte hijo de mil put*", le espetaba un hombre a otro, mientras le apuntaba con el dedo índice.
En medio de toda esta situación la abuela lloraba desconsoladamente mientras la asistían, y no quería dejar el banco hasta poder cobrar su jubilación. Finalmente fue retirada para su atención médica ante la promesa de que iba a poder regresar y le iban a pagar, pero al cierre del horario bancario aun no había noticias sobre ella.
El caso de esta abuela es tan solo un mero ejemplo de la desesperación de la gente ante los paros del banco: por la gran cantidad de paros la gente explotó y repudió a la Bancaria, que sigue con su modalidad de presión en rechazo a la oferta de 15 por ciento de aumento y a la cláusula de revisión para diciembre.
Es que el paro del Bapro por 48 horas seguidas a los feriados por Semana Santa y el 2 de abril, tuvo un efecto devastador en esta jubilada que no pudo cobrar su jubilación, misma situación que le ocurrió a miles de abuelos y a muchos usuarios que tuvieron esta misma dificultad para operar durante la última semana.
Una ambulancia y un móvil policial arribaron al lugar que ya estaba desbordado. La policía intentó contener la desesperación de la gente, que en medio del estupor comenzó a pelearse entre sí ya que, mientras algunos humanitariamente asistieron a la abuela, otros aprovecharon para colarse en la fila, y esto provocó disputas e insultos entre la gente: "vos aprovechaste el quilombo para colarte hijo de mil put*", le espetaba un hombre a otro, mientras le apuntaba con el dedo índice.
En medio de toda esta situación la abuela lloraba desconsoladamente mientras la asistían, y no quería dejar el banco hasta poder cobrar su jubilación. Finalmente fue retirada para su atención médica ante la promesa de que iba a poder regresar y le iban a pagar, pero al cierre del horario bancario aun no había noticias sobre ella.
El caso de esta abuela es tan solo un mero ejemplo de la desesperación de la gente ante los paros del banco: por la gran cantidad de paros la gente explotó y repudió a la Bancaria, que sigue con su modalidad de presión en rechazo a la oferta de 15 por ciento de aumento y a la cláusula de revisión para diciembre.
