A través de distintas tareas distractoras, y sumando todo tipo de evidencia, fílmica y fotográfica, se logró revelar que los distribuidores eran oriundos del reconocido barrio de emergencia Los Álamos, de Quilmes Oeste; distribuyendo la droga punto a punto a distintos lugares del conurbano sur, por lo que se prestó especial interés en la matriz distribuidora y por separado los distintos lugares intermedios; resultando una empresa original, ya que por lo general, quienes venden al menudeo este tipo de sustancias, son los que se ocupan de ir hasta el lugar de acopio de la droga. En este caso particular, eran los propios almacenadores quienes trasladaban esta sustancia a los distintos sitios de venta, para de este modo, no dar a conocer su lugar de “deposito”.
Reunidos los cúmulos de elementos probatorios de máximo interés, e individualizados a los protagonistas de la asociación ilícita, como así los lugares exactos de resguardo de la droga, y de los responsables de la custodia de la misma; se solicitaron a la Justicia, allanamientos para con los domicilios involucrados. Ante ello, la Fiscalía interviniente, compulsó exhaustivamente la colección de pruebas aunadas y convencidos del accionar de la organización narco, en definitiva se otorgaron orden de allanamiento para tres domicilios situados entre los pasillos sin nombre del barrio Los Álamos de Quilmes Oeste.
Días atrás y con los oficios judiciales en poder de los Jefes policiales, se decidió, en la sala de situación de la dependencia policial, los pasos a seguir, oportunidad en que el subcomisario Carlos Martín risso junto al subcomisario Gustavo Javier Esquivel , tomaron los recaudos de seguridad necesarios, convocando a personal de distintas dependencias policiales de Quilmes, contando con la colaboración de la Unidad de Policía de Prevención Local de Quilmes, y el GAM (Grupo de Apoyo Motorizado) de Quilmes; dadas las características de la zona y ante la posibilidad extrema que pudiera haber un conflicto armado.
Iniciadas las acciones, tras la irrupción de los grupos convocados, se logró la aprehensión del cabecilla de la banda, un hombre de 58 años y sus principales acólitos, de entre 21 y 27 años de edad, lugar en el cual se pudo secuestrar: sesenta y siete (67) envoltorios de nylon conteniendo marihuana con un guarismo de 225, 5 grs.; cuatro mil trescientos pesos ($ 4.300 en efectivo); envoltorios de pan de marihuana; un (01) cuaderno con anotaciones donde constaban los deudores y los lugares donde era distribuida la droga; doscientos once (211) recortes de nylon para ser utilizadas en el fraccionamiento de la droga; una (01) pistola lanza bengalas marca wínchester modelo olin, calibre 25, con número de serie; dos (02) escopetas de fabricación casera (tumberas); treinta y dos cartuchos de escopeta calibre 16; cinco (05) aparatos de telefonía celular.
Se prosiguen las tareas investigativas, a efectos de lograr allanar los “kioscos” de venta de la marihuana y apresar a los responsables, como así conocer el lugar de origen desde donde proviene la sustancia.
