“La cultura es la sonrisa que brilla en todos lados, en un libro, en un niño, en un cine o en un teatro sólo tengo que invitarla para que venga a cantar un rato” así nos define León Gieco a la cultura. Me gusta pensar que cuando nos dice que la cultura se encuentra en un niño, pensó en la transformación, o formación, que la sociedad hace en etapas tempranas en cada persona. Este fenómeno conocido como “socialización” es lo que conecta a las personas con su entorno. Y este entorno es, principalmente cultural. El llanto como la risa expresan emociones que no podemos, ni debemos, contener. Pero ¿Cómo expresar los llantos y las risas colectivas? Las manifestaciones artísticas responden a esa necesidad incontenible que el pueblo tiene. Por eso, no se puede encasillar bajo denominaciones o discriminar así como así qué es y qué no es arte. Desde esta perspectiva se debe posicionar toda gestión gubernamental a la hora de hablar de política cultural. ¿Cómo contribuye a estimular las manifestaciones creativas innatas en la sociedad de modo tal que exprese aquello que alegra o preocupa al pueblo?
El estímulo artístico está presente y direccionado a recorrer los caminos de la creatividad. Este componente es vital para la sociedad, no solo para hacer arte… la aplicación de componentes creativos en todos los momentos decisivos de la vida de una persona determinan el resultado de los mismos. Pero esta creatividad debe ser estimulada. Esa es una muy buena tarea que desarrolla el gobierno local con las usinas culturales y con el elemento más llamativo que son “Los talleres barriales”. Con éstos, el Estado logra llegar a comprender la idiosincrasia del lugar y generar los mecanismos necesarios que los niños (en una etapa temprana de desarrollo cultural) requieren para leer los signos sociales (según indica Todorov) que lo invaden de forma permanente y es función del Estado proporcionarle elementos para que pueda hacerlo.
Además, de esta raíz que está haciendo crecer el Estado en los barrios del distrito están las funciones (taquilleras) que en alguna medida puede creerse destinadas a la dispersión o recreación. Pero si analizamos de manera profunda vamos a ver algo más rico de análisis. Puede verse que existe, en Quilmes, un sector de la población que de forma voluntaria busca las producciones artísticas (así vemos largas colas en el teatro municipal y abarrotados los Centros de producción audiovisual, el centro de producción artística o la Casa de la Cultura) ese porcentaje de población que podemos considerar “estimulada” requiere, propone y asiste a los eventos culturales. Sin embargo, existe un gran porcentaje de población postergada y sin acceso a la lectura de los “signos” culturales. Claramente, esto refleja la ausencia, de añares, del Estado y transforma, a ojos de las personas que conforman este porcentaje, a las manifestaciones artísticas como un simple divertimento o recreación… despojándola de toda la riqueza que define al arte.
Para darle batalla a esto, el Estado municipal instruye a los talleres barriales con funciones y talleres redoblados y fomenta el crecimiento de dependencias de creación artística como “La Sonora” que funciona en el barrio “La Iapi”. Desarrolló, también, proyectos especializados de lectura de signos audiovisuales muy interesantes “El Cine en tu Barrio”. Esto, dedicado fundamentalmente a aquellos que menos tienen. En estas vacaciones de invierno hay eventos culturales por doquier, basta con comparar la oferta de otros distritos para que la diferencia sea notoria. Podemos decir para conceptualizar este escrito que el Estado está haciendo la tarea social cultural indicada. Sin utilizarla con fines electorales, como se ha visto en otros tiempos. Si no todo lo contrario, la idea es fomentar la creatividad… y con esta llegan los pensamientos críticos necesarios en toda República que se pretenda democrática. El camino es largo, pero también es el correcto.
“No solo de pan vivirá el hombre” Instituto Crisologo Larralde
El estímulo artístico está presente y direccionado a recorrer los caminos de la creatividad. Este componente es vital para la sociedad, no solo para hacer arte… la aplicación de componentes creativos en todos los momentos decisivos de la vida de una persona determinan el resultado de los mismos. Pero esta creatividad debe ser estimulada. Esa es una muy buena tarea que desarrolla el gobierno local con las usinas culturales y con el elemento más llamativo que son “Los talleres barriales”. Con éstos, el Estado logra llegar a comprender la idiosincrasia del lugar y generar los mecanismos necesarios que los niños (en una etapa temprana de desarrollo cultural) requieren para leer los signos sociales (según indica Todorov) que lo invaden de forma permanente y es función del Estado proporcionarle elementos para que pueda hacerlo.
Además, de esta raíz que está haciendo crecer el Estado en los barrios del distrito están las funciones (taquilleras) que en alguna medida puede creerse destinadas a la dispersión o recreación. Pero si analizamos de manera profunda vamos a ver algo más rico de análisis. Puede verse que existe, en Quilmes, un sector de la población que de forma voluntaria busca las producciones artísticas (así vemos largas colas en el teatro municipal y abarrotados los Centros de producción audiovisual, el centro de producción artística o la Casa de la Cultura) ese porcentaje de población que podemos considerar “estimulada” requiere, propone y asiste a los eventos culturales. Sin embargo, existe un gran porcentaje de población postergada y sin acceso a la lectura de los “signos” culturales. Claramente, esto refleja la ausencia, de añares, del Estado y transforma, a ojos de las personas que conforman este porcentaje, a las manifestaciones artísticas como un simple divertimento o recreación… despojándola de toda la riqueza que define al arte.
Para darle batalla a esto, el Estado municipal instruye a los talleres barriales con funciones y talleres redoblados y fomenta el crecimiento de dependencias de creación artística como “La Sonora” que funciona en el barrio “La Iapi”. Desarrolló, también, proyectos especializados de lectura de signos audiovisuales muy interesantes “El Cine en tu Barrio”. Esto, dedicado fundamentalmente a aquellos que menos tienen. En estas vacaciones de invierno hay eventos culturales por doquier, basta con comparar la oferta de otros distritos para que la diferencia sea notoria. Podemos decir para conceptualizar este escrito que el Estado está haciendo la tarea social cultural indicada. Sin utilizarla con fines electorales, como se ha visto en otros tiempos. Si no todo lo contrario, la idea es fomentar la creatividad… y con esta llegan los pensamientos críticos necesarios en toda República que se pretenda democrática. El camino es largo, pero también es el correcto.
“No solo de pan vivirá el hombre” Instituto Crisologo Larralde





