La viuda del internacionalmente reconocido artista plástico Aldo Severi, desaparecido en 2005, visitó esta mañana al intendente Martiniano Molina, en su despacho del Palacio Municipal de Alberdi 500. Giuliana Fiorini entregó al Jefe Comunal un libro en el que se recopilan las imágenes de la obra pictórica completa de Severi, y dialogó con Molina, quien se declaró “Un profundo admirador” del difunto artista, quilmeño por adopción.
Si bien Severi nació en La Boca el 27 de junio de 1928, llegó a Quilmes a los 11 años, junto a sus padres, genoveses. Molina repasó junto a su viuda las historias que rodearon a la primera de las casas que habitó la familia Severi, en la calle Carlos Pellegrini casi Andrés Baranda, en Quilmes oeste; y la larga trayectoria de logros, premios y reconocimientos recibidos a lo largo de su prolífica tarea.
“Severi es un ícono de nuestro acervo cultural y artístico, y uno de los maestros excepcionales que dio la Escuela de Bellas Artes de Quilmes”, dijo Molina, antes de recordar junto a Fiorini el paso docente del artista por esa no menos emblemática escuela local.
