30 de enero de 2016

Destruyeron el santuario de homenaje al joven Marcos Acuña: estaba en Líbano y Elustondo, lugar donde fue asesinado

Marcos Acuña (20) fue asesinado en la mañana del 28 de agosto de 2015 por un oficial de Prefectura en la esquina de la avenida República del Líbano y Elustondo, frente a la puerta del mayorista Makro. El uniformado que le disparó fue dejado en libertad cuando la Justicia estimó que actuó en “legítima defensa”.
Esa tarde familiares y amigos de Acuña aseveraron que el joven había sido víctima de gatillo fácil: el hermano de la víctima manifestó que le dispararon “porque estaba borracho; pedimos las cámaras y nos dicen que no andan. Queremos justicia”.
La abogada representante de la familia, Adriana Thevenon, fue la confirmó que los implicados fueron liberados: “Aunque haya versiones o quieran disfrazar que este prefecto cometió el homicidio en uso de una legítima defensa, esto recién arranca y lo van a tener que justificar”, precisó.
En el lugar donde cayó Acuña la familia realizó un santuario con grafittis y flores puestas en macetas con la inscripción "PRESENTE", realizadas con cubiertas pintadas de blanco. Al corriente, el lugar fue arrasado por desconocidos que apilaron las cubiertas y destruyeron las flores, tal como se observa en la fotografía. Ademas, el lugar es utilizado habitualmente para arrojar basura, pues pese a ser la esquina de un gran predio cercado, todo el tiempo hay personas que generan desperdicios en torno al lugar dado que a pocos metros de allí, sobre esa misma vereda, hay una parrilla que se edificó sobre el espacio de la vía pública, tomando un pedazo de vereda para utilizarlo como comercio.