Una de las damnificadas de la calle Almirante Brown al 500, llamada Nicole, le comentó a la prensa que “es peligroso lo que se está viviendo en este momento. De hecho, el domingo pasado fui a comprar el diario a la mañana y vi como varios chicos rompían los vidrios de un automóvil. Llamé al 147 y al 911 y recién a los 40 minutos se acercó un móvil, pero ya era tarde. Hoy desgraciadamente me tocó a mí, y me volvieron a romper la ventana delantera, además hubo ocho vehículos más que entre ayer y hoy sufrieron el mismo problema. No contentos con esto, también se dedican a romper vidrieras de locales”.
La mujer ya hizo varias denuncias en la comisaría 3ª de Quilmes y la municipalidad pero según ella “no nos dan bolilla, fui a hablar con la gente que maneja las cámaras, me trataron como una delincuente y me dijeron que había inventado las firmas que vengo juntando en el barrio para que hagan algo. Se pasan la pelota de un lugar a otro y los vecinos no obtienen respuestas; de hecho, la más insólita de todas fue que me dijeron que hasta que no cambie el intendente no se puede hacer nada”. Consultada sobre los ataques y sus responsables, Nicole agregó que “son chicos de 16 a 18 años que están alcoholizados o drogados y los hechos ocurren entre las 4 y 6 de la mañana. Rompen los vidrios de los automóviles, y si ven algo para robar en el interior, lo hacen. Muchos chicos que van a bailar dejan algún buzo o pertenencia, y cuando vuelven ya no lo encuentran más dentro del rodado”.
La mujer ya hizo varias denuncias en la comisaría 3ª de Quilmes y la municipalidad pero según ella “no nos dan bolilla, fui a hablar con la gente que maneja las cámaras, me trataron como una delincuente y me dijeron que había inventado las firmas que vengo juntando en el barrio para que hagan algo. Se pasan la pelota de un lugar a otro y los vecinos no obtienen respuestas; de hecho, la más insólita de todas fue que me dijeron que hasta que no cambie el intendente no se puede hacer nada”. Consultada sobre los ataques y sus responsables, Nicole agregó que “son chicos de 16 a 18 años que están alcoholizados o drogados y los hechos ocurren entre las 4 y 6 de la mañana. Rompen los vidrios de los automóviles, y si ven algo para robar en el interior, lo hacen. Muchos chicos que van a bailar dejan algún buzo o pertenencia, y cuando vuelven ya no lo encuentran más dentro del rodado”.
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