16 de noviembre de 2014

Otro fracaso de Quatrocchi: tuvo todas la facilidades, pero lo perdió desperdiciando un penal y desaprovechando la ventaja de tener un hombre más

Una vez más el DT demostró no estar a la altura de dirigir en Primera división: en la noche de este sábado el equipo de Quatrocchi volvió a perder, nuevamente de local, y sigue en la última posición, con tan solo dos victorias en todo el torneo.
En la última fecha, la derrota se vio agravada por las facilidades que contó su equipo durante el partido: en el primer tiempo, Quilmes pudo ponerse en ventaja tras un penal que malogró Martínez, quien sin convicción hizo un remate que fue contenido por Saja.
Asimimismo, en el segundo tiempo, Quilmes tuvo la posibilidad de sacar provecho de su superioridad numérica tras la expulsión de Cabral en Racing (30 minuntos del ST), sin embargo, el DT dejó en el banco a Klusserner (recién lo metió a los 44 minutos, cuando Quilmes ya iba perdiendo) a diferencia del visitante, que sí salió a buscar el partido y puso a Castillón, cambió desequilibrante que derivó en la expulsión de Alegre y el posterior tiro libre que Bou cambió por gol. 
En el partido de ayer, por primera vez se sintieron silbidos y fuertes insultos al DT, pidiendo que déun paso al costado. El mal rendimiento de su equipo se tradujo luego a disturbios suscitados en las calles lindantes al Centenario, donde enardecidos hinchas se enfrentaron con la policía. Además, cuando le convirtieron el gol, un simpatizante de Racing que estaba camuflado en la tribuna local recibió una golpiza, hecho que motivó al arbitro a detener por unos minutos el juego. 
Quatrocchi, en conferencia de prensa, afirmó que saldría adelante "con trabajo", discurso que se le viene escuchando desde hace 10 fechas, momento en el que estaba último en la tabla, una situación que no ha podido cambiar. Lo cierto es que lo único que cambió fue el promedio de descenso, que durante la era Quatrocchi se redujo considerablemente.
Terco, el DT sigue adelante. Cambia semana a semana los esquemas como si no supiera qué hacer, como si usara al equipo con un método de "prueba y error". El error es lo que más le sale, y Quilmes sigue en el fondo, hundiéndose cada vez más.